ARQUITEXTOS / Pritzker para Zumthor

AutorMiquel Adrià

Este año el premio Pritzker ha recaído en Peter Zumthor (Basilea, 1943). Desde Haldenstein -un pequeño pueblo en los Alpes suizos con más vacas que habitantes- Zumthor ha diseñado, personalmente, unas pocas obras convertidas en piezas de culto tan pronto las termina.

En una ocasión, en el jardín de la casa Ortega de Barragán, Ignasi de Solá-Morales comentó que se trataba de un buen carpintero. Humberto Ricalde respingó: "no será tanto!". "De acuerdo, es un ebanista extraordinario", respondió asumiendo que su trabajo era el resultado de un excelente oficio carente de discurso. Efectivamente, Zumthor fue ebanista antes que arquitecto. Hijo de carpintero, estudió diseño en el Pratt Institute de Nueva York, donde quedó fascinado por el Movimiento Moderno y decidió reparar sus errores incorporando calidez y materialidad a la arquitectura abstracta.

Con sesenta y cinco años, Zumthor es el tercer suizo que recibe este preciado reconocimiento, dotado con 100 mil dólares. Sus compatriotas Herzog&deMeuron, que lo recibieron anteriormente, representan el extremo opuesto de la arquitectura: unos la intelectualización del proceso creativo, el otro la reivindicación del oficio artesanal.

El presidente del jurado del Premio Pritzker, Lord Palumbo, apuntó: "Zumthor tiene una gran habilidad para crear lugares que son mucho más que un simple edificio. Su arquitectura expresa respeto por la primacía del lugar, el legado de la cultura local y las lecciones de la historia de la arquitectura. En las habilidosas manos de Zumthor, los materiales son usados en una manera que se celebran a sí mismos, sus cualidades únicas, todo al servicio de una arquitectura de...

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