Arrasan 'Bosque de Agua'
| Autor | Adriana Alatorre |
El corredor biológico Chichinautzin, que incluye las Las Lagunas de Zempoala, el Desierto de los Leones, La Marquesa y Los Dinamos, está siendo arrasado por taladores clandestinos.
De acuerdo con estimaciones del Instituto de Geografía de la UNAM, el corredor pierde en promedio 2 mil 400 hectáreas de bosque al año -equivalentes a casi 10 campos de futbol al día-, ritmo bajo el cual está condenado a desparecer en medio siglo.
Durante un recorrido aéreo por el también llamado "Bosque de Agua" se pudieron observar grandes extensiones verdes en las laderas de cerros y volcanes. Sin embargo, en las áreas planas y más accesibles abundan los huecos en el bosque, con cientos de árboles derribados.
Entre el follaje verde de los oyameles se aprecian algunas lonas rodeadas de manchas amarillas de aserrín, y algunos vehículos cargados con troncos.
En diversos parajes del Parque Nacional Lagunas de Zempoala se distinguen claramente las veredas utilizadas por los talamontes para trasladar la madera cortada ilegalmente. En otras áreas, como Huitzilac, es posible ver los aserraderos.
El área más afectada se encuentra en el paraje de El Jaral, en las cercanías de la comunidad indígena de San Juan Atzingo, Estado de México, que posee 10 mil hectáreas de bosques.
Ahí, una colina que hace una década estaba cubierta por un denso bosque de oyamel, según imágenes de satélite, se encuentra ahora arrasada.
Desde 1998, denuncian habitantes de la comunidad, grupos de taladores han deforestado completamente al menos 250 hectáreas, a pesar de que se encuentran dentro de un área natural protegida.
En una denuncia presentado el año pasado ante la Procuraduría Federal de Protección de Protección al Ambiente (Profepa), los comuneros demandaron llevar a cabo inspecciones permanentes en los predios ubicados dentro del área natural protegida, así como en aserraderos, talleres de carpintería y vehículos que transporten madera aserrada o en rollo, para acreditar su legal procedencia.
Zona de riesgo
Héctor Magallón, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace México, advierte que la tala clandestina en el corredor Chichinautzin amenaza una zona vital en términos de conservación de la biodiversidad y de recarga de los acuíferos que abastecen al Distrito Federal.
Pero además, subraya, los talamontes han generado un clima de tensión y violencia en diversas comunidades.
La falta de opciones y de empleos, acota, obliga a quienes viven en la región a cortar árboles para obtener...
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