Arte Nafta: Identidades artificiales

AutorHeriberto Yépez

La globalización exige un look, y frecuentemente ese look lo provee el arte, aunque a veces de modo involuntario. Esto ha venido ocurriendo con el arte fronterizo, en especial el de Tijuana. Cuando Newsweek (2 de septiembre del 2002) preparó una serie de reportajes sobre las ocho nuevas mecas culturales del mundo (de Kabul a Marsella), Tijuana fue incluida y definida como Hybrid Happening, alargando así el mito académico y mediático de Tijuana como ciudad mexicana "atípica", emblemática de la integración de lo mexicano y lo norteamericano; urbe "posmoderna". Tijuana como ex México o Mexican Estados Unidos. La frontera como "Tercera Nación".

La hibridación: llave del éxito; abusada idea vuelta calcomanía; eufemismo de "americanización". En muchos casos, "hibridación" sustituyó a signos más politizados como "asimilación", "integración" o "desnacionalización", que el posmodernismo juzgó obsoletos o marxistas. Desde una autocrítica postcolonialista, sin embargo, "hibridación", "mezcla", "fusión" son casi siempre máscaras de la hegemonía estadounidense y la manera en que una cultura se vuelve repertorio de partes sueltas, combinables con las de cualquier otra cultura, también vuelta refacciones. "Hibridación" es vocabulario orwelliano; aquel mismo en que "inteligencia" es espionaje, y "contratistas", mercenarios.

Otro número de Newsweek (26 de mayo del 2003) se ocupó del arte mexicano contemporáneo. Se incluyó un perfil de Jaime Ruiz Otis, artista fronterizo, cuyas imágenes e instalaciones reciclan materiales de las maquiladoras. En su pintura, Ruiz Otis representa el mundo psicológico tormentoso de la maquila, las naves industriales como Space Invaders, los desechos industriales y la explotación que ahí sucede en nombre de los Siete hábitos de la gente altamente eficiente. Quizá la obra de Ruiz Otis sea la que mejor representa la calamidad de la globalización en la frontera.

Después de entrevistarlo, esto fue lo que Newsweek publicó: "Alrededor de ese tiempo, el TLC trajo 'un flujo de nuevos productos e ideas' a México, dijo Eduardo Abaroa. Con la firma del tratado, los mexicanos promedio pudieron comprar productos de los cuales, previamente, sólo habían oído hablar, como revistas de arte internacional y los últimos CD y cintas. Las instalaciones de Jaime Ruiz Otis muestran calcomanías de IBM extraídas de fábricas de exportación locales. Su arte 'no hubiera sido posible [sin Nafta]'", dijo. (Corchete del reportero de Newsweek).

Como él mismo...

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