Asuntos del César/ El imaginario colectivo y la elección del futbolista del siglo

AutorCésar Luis Menotti

Como dice Manuel Vázquez Montalbán (escritor catalán a quien admiro) en su libro "Panfleto desde el planeta de los simios", "nos quedamos sin imaginarios fundamentales de una cultura que no hace mucho tiempo llamábamos progresista por oposición a la cultura reaccionaria".

Algo parecido ocurre en el fútbol. Es de temer que aquí tampoco la cultura del buen juego sostenida por el imaginario de algunos pocos jugadores y las apariciones, cada vez más esporádicas de algunos equipos, pueda seguir luchando contra el fútbol mezquino, al que nunca le importó el juego ni el espectáculo.

En estos tiempos que corren esta faltando uno de esos equipos que produzcan un quiebre, como fue la selección de Brasil de 1970 o la "Naranja mecánica" holandesa de 1974. Equipos que produzcan el fenómeno de la emulación conceptual y finalmente sirva para mejorar la calidad de nuestro fútbol.

En esas siluetas del imaginario futbolístico nos encontramos con nuestra conciencia, con la alegría y la admiración que nos acompañó como referente del placer del buen fútbol. Hechos, equipos, partidos que desde la historia nos marcaron una manera de sentir esta pasión por el juego.

Es inevitable que la realidad que vive la sociedad dentro de este modelo voraz y poco pensante, no tenga responsabilidad con lo que ocurre en el fútbol.

¿Cómo puede escapar el fútbol a lo que nos toca vivir? Este noble deporte cada día está siendo más y más apuñalado por el llamado "Gran negocio", como lo he denunciado.

Desde ese "Gran Negocio", por ejemplo, se inventó una votación para determinar, FIFA de por medio, al mejor jugador del siglo. Una extraña elección, donde vota cualquiera y esto lo digo desde el respeto a la libertad de expresión. Con todo esto siento una total discrepancia por la metodología y por el contenido.

Sólo puedo pensar que este tipo de encuestas tienen valor para el "Gran negocio", que sólo puede vivir gracias al modelo social que nos toca vivir. Un modelo social que con total ligereza e intencionalidad divide a la sociedad entre "ganadores y/o perdedores". Desde los poderes de la FIFA y los medios se transforman a figuras entrañables del fútbol en objetos de culto y rito.

Así se llega a nombrar a los jugadores del siglo en una forma poco seria y alejada de la Justicia. Como si a mí me permitieran participar en la elección...

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