Aumentan ataques en sitios de recreo
| Autor | Henia Prado y con información de Mariel Ibarra |
Al menos 263 personas han muerto desde 2008 a la fecha en 36 ataques del crimen organizado en contra de centros de diversión y entretenimiento como bares, discotecas y casinos.
De acuerdo con un conteo de Grupo Reforma, tan solo en los primeros ocho meses del año, los ataques de este tipo han dejado un saldo de 153 muertos, cifra que cuadruplica los 38 reportados en 2010.
Mientras que en 2009, las agresiones del crimen organizado con granadas, armas largas e incendios a bares y discotecas reportaron 56 muertos, en 2008 sumaron 16 víctimas.
Entre los ataques más violentos se cuentan el del Casino Royale, en Monterrey, donde fallecieron 52 personas apenas el pasado 25 de agosto, así como contra los bares El Sabino Gordo, también en Monterrey, donde se reportaron 21 muertos, y contra el Ferries y Juanas, en Torreón, Coahuila, con 10 y 8 víctimas, respectivamente.
Israel Rivera, director de la Asociación Nacional de la Industria de las Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos, afirmó que los ataques como el ocurrido contra el casino han mermado a la industria a grado tal que reportan el cierre de 170 establecimientos por amenazas del crimen organizado.
"La vida nocturna, principalmente en la frontera norte, se ha visto afectada a grado tal que es casi nula. La gente tiene miedo de salir en la noche".
"Acabamos de cerrar el ejercicio del año pasado y de 318 millones de clientes que registramos en 2010 reportamos una disminución de clientela de casi el 40 por ciento en ese periodo", indicó en entrevista el líder de la asociación que aglutina a unos 4 mil 500 establecimientos en todo el País.
"Prácticamente la utilidad de los negocios se ha visto mermada poniendo en riesgo los empleos, las inversiones, los capitales, los flujos, los empleos indirectos", lamentó.
La mayoría de las agresiones contra centros de diversión y entretenimiento ocurrieron en ocho estados; principalmente, en Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.
Rivera indicó que el crimen organizado llega a pedir a los empresarios hasta 300 mil pesos al mes y se sienten atados de manos para denunciarlos.
"Es una locura porque no le alcanza al empresario para Pagar ese tipo de cantidades. Y es complicado denunciarlos porque la propia autoridad ministerial está coludida con ellos.
"Ha sido un tema complicado. Las autoridades nos dicen que denunciemos, pero si lo hacen queda muy claro y evidente qué establecimiento está denunciando, por lo que se ha optado por no denunciar", admitió.
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