El auto de la tragedia

AutorAlberto Bortoni

Este es uno de los coches más significativos en la historia de Estados Unidos: el auto en el que asesinaron a John F. Kennedy.

Conocido como X-100, la clave que le asignó el Servicio Secreto, está basado en un Lincoln Continental fabricado por Ford en la planta de Lincoln en Wixom, en Michigan en 1961.

Siendo este un auto destinado para ser una limosina de exhibición, Ford colaboró con una empresa en Cincinnati, Ohio, para modificar y ajustar el coche a las exigencias del momento. Las modificaciones incluyeron algunos elementos para el Servicio Secreto y la extensión del chasis en poco más de un metro en longitud. Al ser un auto descapotable, el mandatario estaba completamente expuesto.

El techo tenía paneles plásticos para ver a los ocupantes incluso si el vehículo estaba cubierto. Obviamente esto requirió de un sistema de aire acondicionado y calefacción especial, pues el vehículo debía ser utilizado tanto en el calor de Dallas, Texas, como en los fríos de las ciudades al norte. El asiento del presidente podía elevarse para que pudiera ser visto.

Los elementos de seguridad se limitaban a escalones en la parte exterior, algunos ocultos y otros expuestos para que pudieran ir en el coche. Luces en color rojo y sirenas también eran parte de las modificaciones.

Se estima que fabricar el coche costó cerca de 200 mil dólares; un Lincoln de la época hubiera costado siete mil. Pero la Casa Blanca...

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