Una aventura anarquista
| Autor | Eduardo Alvarado |
La representación de las preocupaciones humanas mediante el uso de figuras de animales es un añejo recurso artístico que nos viene de las civilizaciones antiguas.
La forma más conocida de esta herramienta es la fábula, género donde los animales, manteniendo en lo general su aspecto externo, adquieren características mentales y emocionales propias de los humanos.
La fábula es un recurso lúdico-metafórico que le permite al literato colocar al lector a una cierta distancia de los acontecimientos para con ello facilitar los propósitos aleccionadores de la obra.
El mejor ariete que tiene la fábula cinematográfica es la animación. El próximo viernes se estrena la más reciente producción de los Estudios Aardman, Pollitos en Fuga, una extraordinaria fábula de asombrosa factura técnica, pero que a la vez contiene, en su temática y en sus ideas, innumerables secretos y mensajes escondidos tras de su aura de película infantil.
Anarchy in the UK El tema central de Pollitos en Fuga corre por el enorme desasosiego que sufre Ginger, una gallina de ideas y personalidad muy disímbolas de las del resto de sus congéneres, todas en general bobas, sumisas y cobardes.
Esta pollita de gran inteligencia e indomable perseverancia vive con una preocupación de profundos tintes existenciales: sabe que tarde o temprano todas irán a engordar el caldo y adornar la mesa de la señora Tweedy, la dueña de la granja, por tal motivo Ginger ha convertido la idea de fugarse en su máxima razón de existir.
Pero los propósitos de Ginger van más allá: ella no sólo quiere fugarse, desea escapar de las rejas para llegar a un sitio ideal y paradisiaco donde no existen ni la opresión ni la amenaza a la existencia de nadie.
¿Por qué puede ser tan asombroso que una pollita de plastilina quiera eludir la muerte violenta y busque la felicidad? Lo peculiar de las ideas de este personaje es la radicalidad de su propuesta: ella no plantea sólo la huida del peligro ni se conforma con traspasar las rejas del corral. No. En el fondo lo que ella está proponiendo es, además de saltar las barreras que las mantienen al filo del hacha, buscar la libertad más amplia, de manera colectiva, no individual, fundando una comunidad igualitaria, una sociedad de gallinas sin gobierno ni gobernantes ni dueños ni autoridades. Lo que Ginger propone es la creación de una sociedad anarco-comunista en el más puro estilo clásico. En este sentido y hasta este margen, en Pollitos en Fuga se presenta el refrendo de una...
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