Ban Ki-moon / Mil días para cumplir la promesa del milenio

AutorBan Ki-moon

La travesía de las mil millas comienza con el primer paso, pero a partir de esta semana podemos avanzar mil días hacia un futuro nuevo.

El 5 de abril el mundo alcanzará un momento decisivo en la iniciativa más grande y más exitosa de la historia en materia de lucha contra la pobreza: en un plazo de mil días se cumplirá la fecha prevista para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Esos ocho objetivos concretos se fijaron en el año 2000, cuando se reunieron en las Naciones Unidas un número sin precedentes de líderes y se convino reducir a la mitad la pobreza y el hambre a escala mundial, luchar contra el cambio climático y las enfermedades, afrontar el problema del agua insalubre y su saneamiento, ampliar el acceso a la enseñanza y abrir las puertas de la oportunidad para las niñas y las mujeres.

No fue esa la primera vez en que los líderes hicieron tan loables promesas. Hubo quienes se mostraron escépticos y pensaron que los ODM iban a ser dejados de lado por ser demasiado ambiciosos. Por el contrario, los Objetivos han contribuido a fijar prioridades mundiales y nacionales, a promover la adopción de medidas y a lograr notables resultados.

En los últimos 12 años, 600 millones de personas han salido de la pobreza extrema, lo que supone una reducción del 50 por ciento. Un número sin precedentes de niños asisten a la escuela primaria, y por primera vez, el número de niñas equivale al de niños. Se ha reducido la mortalidad materna e infantil. Gracias a la realización de inversiones específicas en la lucha contra la malaria, el VIH/Sida y la tuberculosis, se ha salvado la vida de millones de personas. Tan solo en los últimos seis años, en África se ha reducido en un tercio la cantidad de muertes a consecuencia del Sida.

Sin embargo, hay Objetivos y metas en los que se debe avanzar mucho más. Todavía hay demasiadas mujeres que mueren durante el parto, a pesar de que se dispone de los medios para salvarlas. Aún existen demasiadas comunidades que carecen de saneamiento básico, por lo que el agua insalubre se convierte en una amenaza de muerte. En muchas partes del mundo, tanto ricas como pobres, aumentan las desigualdades. Todavía hay muchos que siguen quedándose atrás.

Para agilizar el proceso, la comunidad internacional debe adoptar ahora cuatro medidas.

En primer lugar, potenciar el éxito mediante inversiones estratégicas y específicas que tengan un efecto multiplicador y que impulsen la obtención de resultados en todos los demás...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR