Las bancarrotas de las grandes, bonanza para abogados y auditores

AutorMitchell Pacelle

THE WALL STREET JOURNAL

Un socio de la firma Weil, Gotshal & Manges que realizaba tareas relacionadas con Enron Corp. se tomó en marzo dos Coca- Colas de la nevera de su hotel.

¿Tendrá Enron que pagar esa factura? ¿Qué pasará con los US$5,14 que gastó en el bar del hotel o con los US$64,24 que costaron las películas que vio en su habitación? La respuesta es categórica: Enron no tendrá que pagar en ninguno de esos casos.

Eso afirma Jerry Patchan, que tiene mucho que decir en este caso. Patchan, juez federal retirado, fue contratado para dirigir un comité encargado de analizar las comisiones en el caso de bancarrota de Enron. Cuando Patchan acabó de revisar todas las facturas del bufete legal de Nueva York recomendó eliminar US$834.377 en cargos. Eso deja pendiente la elevada suma de US$23,3 millones en comisiones legales, más otros US$1,9 millones en gastos.

Los casos de megabancarrotas como las de Enron, WorldCom Inc. y, más recientemente, UAL Corp. generan enormes pérdidas para los acreedores y accionistas de las compañías.

Pero representan una mina de oro potencial para abogados, asesores financieros y otros consultores especializados en reestructuraciones.

Hasta octubre pasado, los abogados y otros profesionales que trabajan en el caso Enron habían recaudado US$280 millones en comisiones y gastos, según una fuente familiarizada con el importe total.

Todo esto hace que los asesores de Enron estén en posición de superar la barrera de los US$300 millones en el año transcurrido desde que la compañía se acogió a la protección de las leyes de bancarrota de Estados Unidos, lo que podría convertirla en la bancarrota más costosa de la historia de ese país.

La revisión sistemática hecha por Patchan, una rareza en un caso de bancarrota, representa un indicio de cuánto dinero cobran (y gastan) las oficinas de abogados, bancos de inversión y firmas contables involucrados en un proceso de este tipo.

Aunque existen ciertos lineamientos sobre el tipo de gastos que los asesores pueden cobrar a los acreedores (por ejemplo, material de oficina y revisiones para detectar errores tipográficos, pero no gran parte de los pasajes aéreos en primera clase y el uso rutinario de teléfonos celulares), este proceso exige mucho más arte que ciencia.

El comité de Patchan presentó a fines de noviembre su primera tanda de informes detallados de...

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