El banco, el equipo directivo y las dudas sobre el futuro

AutorSilvia Olvera y Jorge A. Meléndez R.

El modelo tradicional de negocio de Famsa siempre fue la venta en abonos chiquitos semanales con altas tasas de interés. Compras que luego resultaban ser muy caras para el cliente.

Para las cadenas comerciales que basan sus ventas en este tipo de créditos resultó muy atractivo el abrir un banco. No es casualidad que Elektra y Coppel también lo hicieran.

Banco Ahorro Famsa inició operaciones en el 2007 y poco a poco incrementó su número de sucursales hasta llegar a 359 al cierre del año pasado.

Pero lo más relevante para la historia de Famsa no fue sólo el crecimiento en las sucursales de su banco, sino cómo este segmento -por cierto, dirigido por Jesús Muguerza- ganó peso en el negocio del Grupo.

Una muestra de esto es la importancia relativa de los intereses en la mezcla de ingresos, que pasó de representar el 28 por ciento del total en el año 2011, al 47% en el 2019. Ah, y en este mismo periodo la captación del Banco se multiplicó por 3.3.

Ahí se aprecia claramente como ganó peso el Banco dentro del Grupo Famsa.

Quizá ahí, en la intersección de las ventas de las tiendas y los créditos que otorgaba Banco Ahorro Famsa, es donde se gestó la terrible crisis que hoy enfrenta el grupo regiomontano.

Una primer señal de alarma sonó contundente en mayo del 2015.

"Se detectó un desacierto en la mecánica de identificación de ciertos portafolios de crédito del año 2015 y años anteriores, considerados en la determinación de la valuación y registro del deterioro de las mencionadas carteras, de conformidad con las Normas Internacionales", anunciaba ominosamente Famsa en un comunicado.

En cristiano, esto significó que se habían detectado cuentas incobrables.

¡Y por más de 5 mil millones de pesos!

"Lo que dice el auditor básicamente en ese momento, es que habían tomado una muestra de las cuentas por cobrar y habían algunos créditos de los que no se habían identificado a los deudores. Que no habían logrado contactarse con ellos o las direcciones no eran correctas. Eran cuentas incobrables que no se iban a recuperar y por lo tanto se castigó la cartera", recuerda María Pía, analista de Fitch Ratings.

Así, desde el 2015 surgía el fantasma de las transacciones entre compañías relacionadas entre el Banco y las tiendas.

Pero como tantas cosas en el sistema financiero mexicano, no había mucha información que digamos.

"La verdad sí sabíamos que había transacciones entre compañías relacionadas. Por ejemplo, lo de los traspasos de cartera de los créditos vía nómina y algunos créditos que se hacían del Banco a la compañía y al revés; luego el Banco volvía a pasar la cartera con mucha mora al 'retail', para...

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