Entrevista / John Banville: 'Nuestras vidas son densamente absurdas'

AutorRoberto Frías

La novela El mar comenzó para John Banville como una sencilla exploración de la infancia y los veranos en la playa, pero fue creciendo hasta convertirse en una exploración de la memoria y la tragedia, en medio de los absurdos de la vida.

"Nosotros inventamos la comedia y la tragedia, pero nuestras vidas son densamente absurdas", dice el ganador del Premio Booker 2005.

Banville (Wexford, Irlanda, 1945) ya había sido finalista del prestigiado Premio Booker en 1989, con su novela El libro de las pruebas, pero no fue hasta el año pasado que lo obtuvo por El mar, novela editada recientemente en español por Anagrama.

El revuelo causado por este premio, aunado a la gran calidad del libro han proyectado a Banville bajo los reflectores internacionales.

¿Es difícil convivir con la idea de haber ganado el Premio Booker?

Es como dijo Peter Carey, que ganar el Booker es como sufrir un accidente, porque al suceder sientes que ya ha pasado todo, pero no, debes hablar con el asegurador, con el mecánico, visitar en el hospital a la persona que has atropellado, y así pasan meses.

Pero lo bueno de ganarlo es que ya no tengo que preocuparme por él, ya no tengo que pensar: "Mira a ese imbécil, no debió de ganar el premio". Al final, esto de ganar premios, de la fama y de escribir libros no es más que una grosera comedia sobre el espectáculo de uno mismo pidiendo siempre más atención.

Ya no leo críticas sobre mi trabajo y, de hecho, la mejor crítica que he recibido me la dio un albañil, cuando nominaron al Booker El libro de las pruebas. Iba por la calle caminando y él en bicicleta, pude ver el momento en que identificaba mi rostro y se enfilaba hacia mí, a toda velocidad, tuve la impresión de que buscaba atropellarme, pero se detuvo a un paso de distancia y me dijo: "Un puto libro maravilloso".

En El mar, hay un momento en que Claire, la hija de Max, el protagonista, le dice que vive en el pasado, y él piensa que tiene razón; y, efectivamente, toda la novela sucede en el pasado.

La memoria y el pasado son dos de los más importantes materiales para el escritor, como dijo Baudelaire, los genios literarios tienen la habilidad de convocar a voluntad, en cualquier momento, su infancia. Beckett, Proust y Joyce son escritores que se nutren de su infancia. En este libro, Max es como un animal herido, está inmerso profundamente en el dolor, pero no puede comprender cómo le ha pasado esto a él. Así que regresa a su...

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