Baudelaire, el Dibujante

AutorJesús Pacheco

A Dibujos y fragmentos póstumos, de Charles Baudelaire, el lector puede introducirse en el papel de espectador, traspasar la portada como quien se interna en una exposición, una en la que el curador tuvo a bien unir decenas de frases y dibujos que irán trazando un gran retrato del autor francés a base de apuntes, garabatos, sentencias, salpicones de tinta y recorridos del lápiz por la página antes blanca.

Ese espíritu guiado por la pulsión escópica que luego era transformada por su reflexión intensa y crítica no sólo abordó trazos, colores, el paisaje, los modelos o la crítica misma en sus mordaces e iluminadores Salones, sino que tuvo la perspicacia de detectar en la expresión plástica una metáfora del juego (y, en la casa de la señora Panckoucke, la coleccionista de juguetes que protagoniza su texto "La moral del juguete", una metáfora del museo). En esta galería personal de pastas duras atestiguamos el ejercicio lúdico de una mano que, tal vez para relajarse luego de líneas y líneas escritas, o quizá sencillamente por el deseo de hacerlo, garabateaba numerosos retratos o iba disparando frases sueltas que luego hilvanaría con otras palabras en uno de sus poemas o alguno de sus ensayos sobre el arte y la belleza.

Y tales reflexiones corrían el riesgo de quedar ahí atrapadas, en cuadernos a manera de notas sueltas, como mudos testigos de una lucidez que relampagueaba incluso en medio de la miseria y la enfermedad, de no ser por esta edición en la que Ernesto Kavi se dio a la tarea de traducir por completo estos fragmentos póstumos que provocaron escalofríos a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR