Un baúl lleno de joyas

AutorJuan Carlos Molina

Dicen que es el Tesoro del Pacífico Mexicano y hay mucho de cierto en ello. Basta con abrir este cofre llamado Riviera Nayarit para hallar 23 microdestinos que se extienden por poco más de 300 kilómetros de costa. Su oferta, hay que decirlo, satisface cualquier tipo de antojo.

Conocer cada uno de los poblados será la excusa perfecta para armar un itinerario. A continuación presentamos sólo algunas de las opciones que hay para empaparse de un mosaico repleto de color, naturaleza e historia.

Uno de ellos es dar un paseo por San Blas, puerto cuya historia se remite al siglo 17 y en el que se localizó una aduana marítima. Hoy en día, es uno de los puntos preferidos para avistar cientos de aves migratorias.

Muchos turistas tambien decidirán organizar una visita al Parque Nacional La Tovara, hogar de cocodrilos, garzas y tortugas, entre otros animales, y cuyo estero es navegable. Opción ideal para dar tranquilos paseos en lancha.

También resultará tentadora una visita a las Islas Marietas y a la Playa del Amor, popular por su forma similar a la de un cráter. Para arribar, los visitantes pueden salir desde embarcaderos en Nuevo Vallarta, Punta de Mita o Sayulita. Sólo hay que considerar que el acceso puede estar limitado, por lo que conviene planear con anticipación y consultar las regulaciones del momento.

Y quien desee una experiencia en la que pueda ejercitarse, tal vez opte por recorrer alguno de los caminos para senderismo y ciclismo que ofrecen Sayulita y San Pancho. Ambos sitios, además, resultan ideales para relajarse y fortalecerse...

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