Bef, del azul al color
| Autor | Sara Villegas |
Toda la tristeza del mundo cupo en ese sofá. Bef, entonces de 39 años, pasó ahí dos días enteros tras conocer el diagnóstico que le cambió la vida: su hija tenía autismo.
"Sientes que se te viene el mundo encima", recuerda el escritor y dibujante.
Esa etapa, la más dolorosa de su vida, es el eje de Habla María (Océano, 2018), su reciente e íntima publicación.
"No lo pienso como una novela gráfica, sino como un testimonio gráfico; un testimonio que podría serle útil a otras personas", explica.
En casi 150 páginas, Bernardo Fernández "Bef" (Ciudad de México, 1972) confronta su timidez y comparte en viñetas el difícil camino para llegar al diagnóstico de María, así como el impacto emocional de su condición autista.
"(Se volvió) como un diván dibujado; dibujar cada página era como una sesión de psicoanálisis", afirma.
Bef reconoce la vulnerabilidad que siente tras seguir los pasos de sus colegas Gusti y Miguel Gallardo, quienes han publicado novelas gráficas sobre sus hijos con síndrome de Down y autismo, respectivamente.
"Reafirmé la fuerza y la potencia que tienen los cómics para tratar cualquier tema, por fuerte, delicado, complejo o doloroso.
"Me hubiera sido insoportable escribir esto".
Autor de unos 30 libros, tardó sólo ocho meses en concretar la primera versión de éste -cuatro menos de su promedio por obra-, al que considera el equivalente en historieta a un documental.
Y aunque el autismo lo detona, resulta un emotivo relato sobre la complejidad de ser padre.
"La paternidad es una vocación que siempre se descubre por accidente... o casi siempre", asegura una década después de hallarla tras conocer la "felicidad plena" al cargar a María por primera vez.
"No sé de qué color sea, pero se siente tibio".
Además de lo personal de la trama, su característico estilo gráfico -que él llama "infantil"- le implicó otro reto.
"Padezco mucho que mis dibujos sean tan alegres cuando quiero contar cosas intensas o tristes o violentas", dice.
Pero halló en la monocromía la aliada que su trazo necesitaba; en azul, por estar ligado al trastorno del espectro autista.
"Le daba como un ambiente más nostálgico que me interesaba, no tan luminoso.
"La monocromía me daba esa melancolía", expresa.
Con Habla María, el también...
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