De belleza sostenible

AutorAnaline Cedillo

El paisaje urbano de Medellín va quedando lejos, cada vez más. A bordo del metrocable con rumbo hacia el Parque Arví, el horizonte de casas y edificios de ladrillo rojo cede ante el verdor del bosque de niebla.

Ubicado en el corregimiento de Santa Elena, este parque es el único de Colombia que tiene un certificado de sostenibilidad.

Antes, sus habitantes se dedicaban a la explotación de musgos y flores, ahora son los guardianes de este tesoro natural, junto con la Corporación Parque Arví.

La reserva, con mil 767 hectáreas, también es hábitat de hongos, ranas, aves y mariposas, entre otras especies. Preservar sus bosques resulta vital, ya que conservan la calidad del agua que llega hasta los valles de Aburrá y San Nicolás.

Desde 2007, la corporación trabaja de cerca con la comunidad de la zona, conformada por unas 400 familias. Algunas personas están empleadas en el parque como guías e informadores turísticos, otras proveen alimentos para los turistas y unas más se dedican a fabricar artesanías que están a la venta en el Mercado Arví.

Ahí, todos los días, los visitantes hallan los productos de campesinos y microempresarios de la región en la plaza ubicada a unos pasos de la estación del metrocable.

Entre frutas frescas cosechadas en la zona y recuerdos en miniatura que representan a los famosos silleteros, hay que buscar exquisitas obleas...

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