BENCHMARK / Felicidad sin consumo

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"Con el tiempo las deudas se pagarán, terminará mi remordimiento y seré feliz. No temeré el deseo de poseer cosas bellas que se ha apoderado de mí".

La conclusión del ensayo "Arrepentimiento sobre mi bata vieja", publicado en 1769 por el filósofo francés Denis Diderot. Una historia que explica la genética del consumismo moderno. Le platico.

Diderot era famoso, pero pobre... hasta 1765. Tenía 52 años, su hija se iba a casar y no tenía ni un quinto. Catalina la Grande, Emperatriz de Rusia, supo de sus problemas y ofreció comprarle su enciclopedia en $1,000 libras esterlinas, una fortuna en esa época.

Y sus problemas se acabaron... o más bien empezaron. El filósofo se compró una preciosa bata escarlata. Estaba feliz, pero notó que lo que tenía no iba con su bata. Entonces compró un tapete, esculturas, nueva mesa, etc.

A esto se refiere Diderot en su ensayo, y a las compras reaccionarias se les conoce como "el efecto Diderot".

El autor James Clear explica el fenómeno: "comprar posesiones nuevas frecuentemente crea un espiral de consumo que lleva a comprar más. Se adquieren bienes que no necesitábamos para ser felices o sentirnos realizados".

Mmmm, suena muuuy conocido, ¿no? El eterno perseguir del tener más de nuestra era. ¿Y para lograrlo? Claro, acumular más plata. ¿Cómo evitarlo? Clear recomienda 4 técnicas:

  1. Reducir las tentaciones. Los hábitos que disparan el consumo. Identifíquelos.

  2. No salirse del sistema actual. Ajustarse al presupuesto. No buscar más.

  3. Fijar límites personales o grupales. Y que sean específicos, por categorías, ejemplo: zapatos tenis de menos de "x" pesos.

  4. ¿Compra uno? Regale algo viejo. No se llene de cosas.

Muy buenas, aunque habría que encontrar un punto medio. Porque si el consumismo es malo, también lo es el conformismo, sobre todo cuando se puede mejorar.

O como dice simpáticamente la autora Helen Curley: "si el dinero no trae la felicidad, por lo menos ayuda a ser miserable cómodamente".

Aquí es donde la disciplina y firmeza de carácter entran a escena.

"Todo en la vida es tentación: ceder o resistir. Sí o no. Ahora o después. Impulso o reflexión. Hoy o el futuro. Las virtudes caen víctimas de las pasiones del momento", explica Philip Zimbardo en una gran charla de TED (véala en nuestros sitios).

El profesor de Stanford ejemplifica el valor de estas virtudes citando los experimentos de su colega Walter Mischel que comprobó cómo -al correr de los años- niños que resistían la tentación de comer un...

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