BENCHMARK / Matar al paciente

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"Trataré a los enfermos de la mejor manera posible nunca causándoles daño. No envenenaré a nadie, aunque me lo pidan".

Una parte del juramento original del médico griego Hipócrates en el siglo III antes de Cristo que se me hizo relevante dada la crisis por la estrategia que el Gobierno eligió para combatir al huachicoleo.

Comparto el objetivo final de Andrés Manuel: hay que eliminar este cáncer (¿quién podría estar en desacuerdo?). Pero equivocarse en la estrategia en un tema tan crucial como la gasolina equivale a curar la enfermedad matando al paciente.

Todo México se mueve con gasolina (y diesel). Estrangular el abasto es estrangular la economía. No es física cuántica.

Como tampoco es muy difícil conocer lo siguiente:

*70-80% del transporte de gasolina es por ductos. Por ende es imposible suplantar con pipas el abasto.

*La capacidad de almacenamiento es muy limitada. El promedio en el País es de apenas tres días. Váyase de espaldas: ¡en la ciudad de México es de sólo un día!

*Los ductos son el medio más eficiente para transportar combustibles. Hacerlo por pipas es 14 veces más caro. Entonces, aún si AMLO encontrase (no lo creo) la forma permanente de sólo usar pipas tendría sólo dos opciones para enfrentar los mayores costos: subir el precio de la gasolina o que Pemex asuma las pérdidas.

Por otro lado, también era previsible que se generasen compras de pánico en la era de hipercomunicación y redes sociales. Ah, y aparte es muy fácil generar desabasto en gasolina con estas compras.

Como bien calcula mi amigo Luis Gómez: "La carga promedio en México de un auto es de 300 pesos, unos 15 litros. Los tanques subterráneos de una gasolinera de dos islas en promedio son de 30,000 litros, por lo que puedes atender sin problemas a 2,000 autos al día. Ante la escasez todos llenan el tanque (50 litros), por lo que tu capacidad para atender autos baja a sólo 600 diarios".

Exacto. Ahí está el problema. La gasolina se acaba rápido. Por eso empiezan las raciones... y esto no hace más que agravar el pánico.

El objetivo es el correcto, la estrategia no.

Andrés y sus huestes se confunden: la única forma real de parar el robo de combustible es atrapar y castigar a los criminales. Si no, los malos simplemente harán una de dos cosas:

  1. Empezarán a robar pipas. Y OJO, porque si el Gobierno les pone escoltas a todas descuidarán la vigilancia en otros lados. La cobija no alcanza. Cubres un lado y descubres otro.

  2. Esperarán a que vuelvan a abrir los ductos.

    Dicen...

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