BENCHMARK / Pedacitos de suerte

AutorJorge A. Meléndez Ruiz

"El que se levanta temprano tiene ventaja porque temprano se reparten los pedacitos de suerte. Y el que se levanta tarde no alcanza boleto".

El filósofo tropical impartió hace poco otra "respetuosa" máxima mágica. Y en parte tiene razón: si la suerte es aleatoria, mientras más tiempo estés presente, más chance tendrás de encontrarla.

Pero no sólo eso: la suerte juega un rol clave en la vida de los que son muy exitosos. Por lo general, también son suertudos.

En el 2014, cuando se graduó mi hija Eli, me tocó escuchar en Stanford el discurso de graduación de Bill y Melinda Gates. Si uno piensa en personas exitosas, Bill Gates estaría ahí mero mero arriba.

Es el 2º hombre más rico del mundo (fortuna de 108,000 millones de dólares, mmDls), a pesar de haber donado unos 36,000 mmDls a su fundación filantrópica. No sólo eso, antes de Bezos, Gates encabezó la lista de billonarios de Forbes en 20 de los últimos 35 años.

Un genio exitoso... y muy suertudo.

"Hay un ingrediente esencial en el éxito: la suerte. Una suerte absoluta y total. ¿Dónde naciste? ¿Quiénes fueron tus padres? ¿Dónde creciste? Nadie de nosotros ganamos estas respuestas. Nos fueron dadas", explicó Melinda Gates en aquel discurso de graduación (hablaron los dos, es extraordinario, velo en nuestros sitios).

"Al quitar suerte y privilegio y pensar en lo que seríamos sin éstas, es fácil ver a alguien que sufre y decir: ése podría ser yo", concluye.

Totalmente. Pero repasemos ahora una explicación más científica.

Los físicos A. Pluchino y A. Rapisarda, y el economista A. Biondo modelaron el rol de la suerte en carreras profesionales de 40 años.

Simularon individuos con distintos niveles de talento. Todos partieron del mismo nivel de suerte y el truco fue variar el nivel de suerte que encontrarían en su vida. Unos más afortunados, otros menos. Ah, y por cierto: el más talentoso le sacaba más jugo a su suerte. Algo que suena lógico.

Los resultados finales son reveladores:

* El talento importa: a más talento más probabilidades de éxito.

* Pero el talento no basta. Los mediocres suertudos fueron mucho más exitosos que los talentosos sin suerte. De hecho, los más exitosos tenían un talento promedio, pero eran súper suertudos.

Ni duda cabe, los pedacitos de suerte importan.

Pero no son suficientes. Como decía el magnate J.C. Penney sabiamente: la suerte es el último refugio del incompetente.

Y yo agregaría: sobre todo en temas complejos. Y en México no hay tema más complicado que el de la...

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