Bernardo Barranco V. / Francisco, el Papa de los pobres

AutorBernardo Barranco V.*

Sin duda la presencia del Papa Francisco ha venido a refrescar la tensa atmósfera que la Iglesia católica ha venido experimentando, a nivel internacional, desde hace más de tres años.

Envuelta en escándalos de abuso sexual a menores, encubrimientos, intrigas internas, fuga de documentos, deslealtades palaciegas y sobre todo el notorio desgaste de un Papa Benedicto XVI, rebasado, que como todos sabemos renuncia de manera sorprendente.

Hecho insólito en la vida moderna de la Iglesia, de la cual aún no hemos aquilatado sus repercusiones.

Por ello, resulta comprensible que en la encuesta organizada por grupo REFORMA, 77 por ciento de las personas percibe que existe corrupción al interior de la Iglesia y que Francisco, con tan solo poco más de tres meses, aún no ha tomado grandes medidas correctivas.

Sin embargo, la irrupción en la escena eclesial del Papa Francisco representa una esperanza grande para que la Iglesia recupere el terreno perdido, los encuestados así lo vislumbran en un porcentaje alto de 79 por ciento.

No me sorprende la ola de simpatía que ha despertado Francisco y corrobora el grado de aceptación que tenido también en Europa.

Sandro Magister, uno de los vaticanistas más connotados de Italia, en su artículo de evaluación sobre los primeros 100 días de Francisco, lo tituló: "Un Papa así, no se había visto nunca. ¿Lo conseguirá?"

La percepción en la encuesta de grupo REFORMA es que la imagen de la Iglesia, bajo la conducción de nuevo Papa, ha mejorado levemente aunque la mayoría, 51 por ciento, percibe que sigue igual.

El Papa Francisco ha caído bien entre los mexicanos, es un hecho. El grado de aceptación no es porque sea latinoamericano, ya que solo el 58 por ciento sabe que es argentino, ni mucho menos jesuita (21 por ciento).

La simpatía por Francisco radica en su estilo pastoral marcado por la sencillez y humildad, así lo califican el 53 por ciento de los encuestados y hasta un 14 por ciento de amoroso.

En poco más de tres meses ha superado de lejos a su predecesor Benedicto XVI quien es mirado más como un intelectual un tanto distante y sobre todo tradicional, conservador.

Sin lugar a dudas, los encuestados han apreciado notablemente el rechazo de Francisco a los lujos y privilegios a los que tan habituados están la mayor parte del alto clero; con su ejemplo creen que la Iglesia será menos ostentosa en términos de riqueza y poder, así lo afirma un 72 por ciento de los encuestados, quieren menos lujos, oropeles y más un...

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