Biblioteca en peligro

AutorAntonio Saborit

Esta biblioteca empezó a formarla el historiador Aby Warburg (1866-1929), hijo de Hamburgo y de una familia de banqueros, pero ya para los novecientos veinte era un imán de gran potencia que consultaban lo mismo escritores, académicos, eruditos y anticuarios. Tras el ascenso al poder de Adolf Hitler, un grupo de benefactores trasladó la biblioteca a Londres, y a principios de los novecientos cuarenta, en plena guerra, el gobierno británico la incorporó a la estructura de la Universidad de Londres, la dotó de presupuesto, una casa propia en el barrio de Bloomsbury e incluso firmó un convenio para sellar su compromiso desde 1944. La biblioteca, de hecho, es el corazón del Instituto Warburg.

Los "cuentachiles británicos", como califican Anthony Grafton y Jeffrey Hamburger a las autoridades educativas ("¡Salvemos la Biblioteca Warburg!", The New York Review of Books, septiembre 30, 2010), pretenden modificar el convenio original y arrojar los 350 mil volúmenes de la Warburg al más amplio acervo bibliotecario de la Universidad de Londres, lo que significaría su desaparición como lo que ha sido desde el principio. ¿Por qué habría que salvar esta biblioteca en su integridad y sacar a la luz otra lamentable ocurrencia administrativa contra la construcción de saberes?

Sobre el papel de estas ocurrencias en la historia reciente de la enseñanza y de la investigación, Grafton y Hamburger apuntan que las instancias de gobierno a cargo de los presupuestos y las políticas de las universidades en Inglaterra no han podido (ni intentado) "desarrollar una visión de lo que deberían alcanzar en la sociedad contemporánea la educación superior, la ciencia y el saber". En su lugar, agregan, "los jefitos han desarrollado una serie de sistemas de evaluación para el saber y la enseñanza universitarios, exigiendo la aplicación de estos sistemas no obstante el enorme costo de tiempo y esfuerzo que significan. Como es natural, los jefitos cambian las reglas con la mayor frecuencia posible, garantizando que de un plumazo se vuelvan inútiles tanto los saberes que gran esfuerzo cuesta alcanzar como los logros sustanciales, y que ningún académico ni ningún maestro, por completos y productivos que sean, disfrute de una sensación de seguridad".

Grafton y Hamburger conocen muy bien los dones de esta biblioteca. Sus 350 mil volúmenes giran en torno a un solo tema: el impacto de la antigüedad clásica en la civilización europea. El jefito, apenas diestro en sumas y restas con...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR