Birria celestial

AutorGabriela Velázquez

Una intervención "divina" permitió a Raúl Carranco, comerciante de 39 años, aprender la receta de la birria estilo Jalisco y así instalar un puesto ambulante que le reportaría más ingresos.

Cuando le ofrecieron un puesto "bien ubicado" en Félix Cuevas, Raúl pensó que lo que más vendería sería la birria que en alguna ocasión probó en Guadalajara, así que no dudó y decidió aprender a hacerla.

Regresó a la Perla Tapatía y pagó 6 mil pesos sólo para que le enseñaran la receta. Compró todos los ingredientes que le pidieron y durante un día observó cómo el experto la preparaba.

Sin embargo, cuando probó su propio guiso le quedó un mal sabor de boca. Algo faltaba, así que decidió repetir la clase, por la que pagó otros 3 mil pesos, en vano.

Según cuenta, alguien le recomendó ir a Juquila, en Oaxaca, a visitar a la Virgen a la que miles de peregrinos visitan cada año.

"Me dijeron que para pedir lo que quería tenía que dejar una especie de ofrenda pero hecha por mí, así que con corcholatas, cartón, palitos y otras cosas que encontré modelé una casita, un carrito y una cacerola a la que le puse un palito muy recto a modo de cucharón", explica mientras con las manos describe los objetos que había elaborado.

-Y vea usted, señorita, ahora tengo una camioneta muy buena, voy a comprar un terrenito y no'más dígame qué le parece esta birria que se está comiendo, dice sonriente.

-¿Y la Virgen le hizo el milagro?, se insiste.

-Me cumplió todo lo que pedí, pero nada más que no pedí las cosas completas.

-Pero si tiene el puesto, la casa, el carro, ¿qué le falta?

-Pues vea, tengo todo eso, la receta, que es lo principal, pero el negocio no deja...

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