En bocas cerradas...

AutorLiliana Espitia

La hora de la comida puede convertirse en una situación tensa e incómoda para los que comparten la mesa si entre ellos hay un niño que se rehúsa a comer, pero hay formas de lidiar con los llamados melindrosos y, así, lograr que consuman los alimentos necesarios para su desarrollo.

"En los niños mayores a un año y menores a cinco años es muy característico que no quieran comer más que cierto tipo de alimento", explicó la nutrióloga María Isabel Santaló.

"Es una etapa en la que cuesta trabajo que coman, porque descubren cosas diferentes. Están muy enfocados a la comida porque su movimiento es limitado y la alimentación es justo la manera en la que aprenden de su alrededor".

Además, los padres de familia deben tomar en cuenta que después de los 12 meses de vida el apetito disminuye puesto que el crecimiento ya no es tan acelerado como durante el primer año, por ello es de esperarse que los pequeños pongan resistencia al comer, sobre todo sabores nuevos para su paladar, y dejen en el plato parte de las porciones.

Durante esta etapa, la nutrióloga recomienda ofrecer variedad de alimentos para que los niños tengan oportunidad de elegir.

"Los hábitos alimenticios en los niños en realidad se ven más afectados por las peleas a la hora de la comida y no porque un día no coman frutas y verduras... si de plano nunca quieren comerlas, hay muchos trucos que se pueden hacer, como...

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