Entrevista / Antoni Bolinches / Enseña con 'sufrimiento productivo'

AutorPaloma Villanueva

Psicoterapeuta, creador de lo que él llama terapia vital y fanático de los aforismos, Antoni Bolinches ha desarrollado una metodología para guiar a quienes buscan crecimiento personal o a los que quieren solucionar sus conflictos de pareja.

El psicólogo barcelonés, quien ha sido uno de los introductores de la psicología humanista en España, charla en el marco del lanzamiento en México de su libro Tú y yo somos seis y propone algunas ideas para lograr el autoentendimiento, la madurez y para tener relaciones de pareja sanas y constructivas.

¿Qué es la terapia vital?

Una de mis grandes satisfacciones después de haber creado un método terapéutico y que en España ya haya una primera promoción de terapeutas vitales.

La base fundamental sería tener presente que en la vida, los buenos momentos son para disfrutar y los malos son para aprender y por eso es terapia vital. Significa aprender de lo que vivimos, pero mucha gente cree que por haber sufrido ha aprendido. La terapia lo que enseña es cuál es la manera de sufrir que te ayuda a aprender, lo que yo he llamado sufrimiento productivo.

En "Tú y yo somos seis" plantea que cada persona está conformada por tres Yo distintos ¿A qué se refiere?

La terapia vital parte de la base de que cada persona a nivel psicológico tiene tres partes que interactúan entre sí, a esas tres partes las denominamos "padre", "adulto" y "niño".

El "padre" representa las normas sociales interiorizadas, el sentido del deber; el "niño" es nuestra parte infantil que se guía por el principio de placer y ahí tenemos el problema de todo ser humano, que ha de servir a dos amos a la vez.

¿Cómo lo resolvemos? Desarrollando al adulto con un diálogo interior para armonizar el placer suficiente que necesita el "niño" con el deber necesario que dicta el "padre".

¿Puede ejemplificar cómo interactúan estas tres partes?

Si yo me drogo mi "niño" se divierte pero mi "padre" me dice que es malo, entonces mi "adulto" ha de buscar otra forma de que mi "niño" disfrute como jugar al futbol o hacer gimnasia, siendo así mi "niño" disfruta, mi "adulto" está contento porque mi "padre" no me castiga y mi "padre" está contento porque me estoy divirtiendo de una manera que no me perjudica.

¿Cuál es la utilidad de percibir estas tres personalidades en uno mismo?

Lograr congruencia. La congruencia significa tener un "adulto" desarrollado y esa congruencia permite tener relaciones maduras porque elegimos bien.

En una relación de pareja sana los "niños"...

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