Borges, autor sin discípulos

AutorErika P. Bucio

Jorge Luis Borges es un escritor sin discípulos porque su influencia termina por matarlos, asentó anoche el escritor Mario Vargas Llosa.

"(La suya) es una obra de características tan nítidas que los discípulos se convierten en 'borgesitos', en lugar de enriquecer a sus discípulos. Yo creo que los aniquila, los mata", dijo el Nobel de Literatura peruano, invitado este año a participar en el Hay Festival Querétaro, que se lleva a cabo de manera virtual.

En una conversación virtual con el escritor Raúl Tolá, Vargas Llosa presentó su más reciente libro, que tiene en el centro al célebre autor argentino, Medio siglo con Borges (Alfaguara), donde, a través de ensayos, conferencias y entrevistas, explora la vida y obra del autor de El Aleph y uno de los grandes intelectuales del siglo 20.

La suya fue una relación que pasó del rechazo inicial en la juventud del peruano, influido entonces por las ideas de Jean-Paul Sartre y los filósofos existencialistas que creían en la literatura comprometida, a la profunda admiración; Borges era, al final de cuentas, un autor de "cuentos maravillosos y poemas admirables".

Vargas Llosa empezó a leerlo a escondidas, confiesa, pues Borges le resultaba "irritante" al ser un escritor de literatura fantástica, desasida de la realidad, sin interés por cambiar la sociedad.

Lo entrevistó por primera vez en 1963, en París, un año especial porque fue cuando los franceses descubrieron la obra del argentino. Deslumbrados, le dedicaron números de revistas, se reeditaron los libros ya publicados y se publicaron los nuevos.

Un reconocimiento que saltó a América Latina y provocó que fuera leído y reconocido de manera masiva.

Y es que, hasta entonces, era un escritor de "minorías" en Argentina, "por las mismas razones que la literatura comprometida no podía aceptar una literatura como Borges", apuntó Vargas Llosa.

"Fue emocionante como latinoamericano estar en Francia y ver el deslumbramiento que provocó a los franceses este señor ya casi ciego, que caminaba con dificultad, apoyándose en un bastón y que hablaba un francés impecable, pero literario", narró el peruano.

LEJOS DE LA AMISTAD

El primer encuentro de Vargas Llosa con Borges ocurrió en aquel 1963 parisino, un año después de que el escritor peruano ganara el Premio Biblioteca Breve con La ciudad y los perros.

Volvería a entrevistarlo dos décadas después, en 1983, en su departamento de la capital argentina.

"Nunca llegué a ser amigo de Borges; era difícil ser su amigo: se...

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