Brenda García: Licenciatura al cuadrado
| Autor | Andrea Martínez de la Vega |
El esfuerzo, compromiso y dedicación que implican los estudios universitarios son dobles para Brenda García, quien cursa simultáneamente dos carreras.
Con 22 años, la alumna está próxima a graduarse como licenciada en Relaciones Internacionales por el ITAM y como abogada por la UNAM.
"Estudié la preparatoria en el Colegio de Ciencias y Humanidades en el sur, es de la UNAM, y no quería perder el pase automático. Se me hacía muy buena universidad para estudiar Derecho, pero no estaba tan segura si solamente quería dedicarme a Derecho", platica García.
"Entonces, mi papá me dio la oportunidad de estudiar en otra universidad que yo eligiera y me dijo que me iba a apoyar económicamente", agrega.
Mientras que su entrada a la Máxima Casa de Estudios se facilitó por su promedio en bachillerato de 9.5, García indica que la elección de la segunda escuela fue todo un reto.
Tras considerar factores como el plan de estudios, ubicación y los apoyos económicos que distintas instituciones de educación superior le ofrecían, Brenda se decantó por el ITAM, que está a menos de 3 kilómetros de la Facultad de Derecho.
Primero se inscribió a la carrera de Economía, pero al año se cambió a Relaciones Internacionales al considerar que empataba mejor con Derecho. Esta decisión le permitió tomar la misma materia, en el mismo semestre, en ambas universidades.
"Derecho Internacional Público la llevé al mismo tiempo en las dos. Fue una experiencia muy padre porque lo que no me decían en una, me lo decían en la otra, entonces complementé muy bien mis conocimientos".
Sus dos carreras también convergieron lejos de México: con apoyo financiero de la UNAM cursó en 2017 un semestre en la Universidad de Oslo, donde tomó dos materias de licenciatura y dos de maestría, todas de Derecho, que le sirvieron como avance académico en las dos instituciones.
Cuestión de estilo
García no califica a ninguna de sus universidades como mejor o más difícil que la otra, sólo señala una distinción clara en sus métodos de evaluación.
"En la UNAM siento que tienes más chance de no reprobar una materia. En el ITAM es un poco más difícil porque, prácticamente en la mayoría de las materias, el examen final vale el 50 por ciento. Además, en el ITAM está la regla de, si repruebas el examen final, no pasas", explica.
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