Tanto por Leer/ Breves
| Autor | Silvia Isabel Gámez y Antonio Bertrán |
En un principio, la palabra "Balcán" denominaba a la cordillera que el viajero occidental debía cruzar en su paso de Europa central a Constantinopla. Fue hacia 1880, cuando la travesía por los Balcanes era ya considerada "una hazaña notable", que un grupo de geógrafos dio este nombre a la región, conocida hasta entonces como la "Turquía europea". Desde su origen, el término Balcanes tuvo connotaciones de violencia nacidas de lo que se consideraba una zona de la "Europa salvaje", integrada por "países turbulentos y sin ley". En Los Balcanes, el historiador inglés Mark Mazower da las claves para entender la complejidad de una región que durante siglos permaneció bajo la dominación otomana, lo que contribuyó a detener su "desarrollo histórico". Profesor de la Universidad de Birkbeck, en Londres, autor de ensayos sobre el Siglo 20 europeo, Mazower sostiene que, durante cientos de años, "la vida en los Balcanes no fue más violenta que en otras partes". El investigador atribuye a la introducción del concepto occidental de nacionalismo la causa de las matanzas "entre vecinos mutuamente indispensables". El investigador señala en el libro publicado por Mondadori que en los Balcanes nunca existió, por ejemplo, una manifestación análoga a la violencia racial de las turbas linchadoras de Estados Unidos surgidas entre 1880 y 1920, y recuerda que la limpieza étnica no puede considerarse una característica exclusiva de la zona, pues fue durante el nazismo cuando tuvo su máxima expresión.
Imágenes de Dos Sismos
Grietas y fisuras, derrumbes parciales y hombres trabajando sobre andamios aparecen en las imágenes de Fidel Ugarte, publicadas en el libro Patrimonio y sismos. Memoria fotográfica de los sismos de 1999 en el Estado de Oaxaca. Después de que 483 inmuebles arqueológicos y de los Siglos 16 al 19 se vieran dañados por los temblores ocurridos hace tres años el 15 de junio y el 30 de septiembre, las diversas comunidades oaxaqueñas afectadas se hicieron a la tarea de restaurarlos con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia y los 123 millones aportados por el Gobierno federal al Fondo Nacional para Desastres Naturales. En este volumen se ofrece una selección de las más de 15 mil imágenes en blanco y negro tomadas durante los trabajos de rescate que testimonian la "absoluta entrega" de hombres y mujeres "por superar las heridas provocadas a lo más valioso que un pueblo puede tener: su memoria histórica", en palabras de Sergio Raúl Arroyo...
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