La Crónica... / La chef Gaby Jones viaja a Brunei para cocinarle mole y taquitos de huitlacoche al Gran Sultán
| Autor | Nicolás Sánchez Osorio |
En el nuevo Sheraton del Centro Histórico, una aventura hotelera que seguramente será un parteaguas en la historia moderna de la ciudad, cuyo proyecto de actualización, ordenamiento, limpieza y relanzamiento es una de las prioridades de López Obrador, hay una mujer talentosa, joven y muy atractiva instalada en la oficina del chef.
Es Gaby Jones, quien fue nombrada chef ejecutiva desde que comenzó operaciones el hotel, cuya ocupación sube como la espuma gracias a un gran trabajo de equipo entre ejecutivos, promotores y empleados.
Siahou Sitton, presidente de la compañía; Carlos Fernández, operador; Mark Denis, gerente general, y Andrés Calderón Loredo, encargado de bebidas y alimentos, se integran en un equipo que trabaja para superar las barreras y retos que impone la apertura de cualquier hotel en el mundo.
El Sheraton nos ha gustado mucho y nos hemos sentido como en casa.
Es un hotel bello, contemporáneo, con una gran clase y nivel internacionales; con el sello de los Pascal, los exitosos arquitectos uruguayos establecidos en México desde hace más de una década, quienes se encargaron del proyecto, construcción y decoración.
Gaby Jones, nuestro personaje de hoy, vive cada 24 horas la más valiosa de todas sus experiencias profesionales, es la envidia de los jóvenes chefs que, como ella, salen de las escuelas de cocina. Hoy, la carrera representa una gran oportunidad al poder convertirse en chef de una gran cadena, de un hotel o de un restaurante.
Tienen dos años para formarse y salir preparados para ocupar un puesto tan importante como el que tiene Gaby, como todos le llaman familiarmente.
Llegó al Sheraton del Meliá, donde comenzó como chef de banquetes bajo las órdenes de Jean Claude Krasisk, trabajo que le permitió llegar a la subjefatura de la cocina con Heriberto Gómez, pero lo que hacía en el Meliá es diferente a lo que practica en la cocina del nuevo hotel.
"El Centro de la ciudad -me dice- tiene sus propios guisos, se come a la mexicana. Aquí hay un mercado definido. Por lo tanto, y a pesar de que nuestro icono es la vanguardia, nuestra cocina es mexicana y tradicional.
"No es contemporánea, de fusión o "nouvelle cuisine", como cualquiera al ver la arquitectura del hotel se podría imaginar. En el Centro Histórico, la comida no puede ser una expresión de la última moda porque el mercado tiene ya en su mente lo que quiere. En el Meliá tenía estándares más establecidos, como cocina española, y seguíamos por ejemplo la vocación...
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