Buenas carnes

AutorCarlos Borboa

Con los escándalos deportivos surge la pregunta sobre cómo asegurarse de consumir carne libre de clembuterol. Fácil: prefiérala orgánica y funcional.

Los alimentos orgánicos, ahora tan en boga, son aquellos que se producen con técnicas no contaminantes y libres de aditivos o compuestos artificiales.

"En el caso particular de las carnes, se trata de productos certificados, que garantizan la ausencia de aditivos químicos y proceden de animales alimentados naturalmente", explica Andoni Fernández, director comercial de Green Signature, empresa dedicada a la importación de carnes orgánicas uruguayas.

Por otra parte, los productos funcionales -concepto acuñado en Japón durante los 80- son los que brindan algún beneficio al organismo o reducen el riesgo de padecer ciertas enfermedades, ya sea de manera natural, como las ciruelas pasas que ayudan al sistema digestivo, o bien enriquecidos con algún aditivo, como los lácteos con lactobacilos que regeneran la flora intestinal.

Y según explica Fernández, un cárnico orgánico puede también ser funcional: si las reses se crían en tierras vírgenes -que nunca hayan sido cultivadas con algún otro producto- y con una alimentación completamente natural, su contenido de grasas benéficas aumenta hasta cuatro veces, de un 20 a un 80 por ciento, ayudando a disminuir los niveles de colesterol en la sangre.

A diferencia de lo que se piensa comúnmente, las carnes orgánicas no son más suaves o más jugosas que las variedades tradicionales.

"En México tenemos la mala costumbre de pensar que una carne muy suave es de...

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