Busca cultivar novela

AutorÓscar Cid de León

Hernán Lara Zavala (Ciudad de México, 1946) dice que el género literario que lo hace sentir "a sus anchas" es el cuento. Y así lo suponen quienes son asiduos a sus letras, entre las cuales figuran, sobre todo, compendios de textos de corto aliento, como De Zitilchén, El mismo cielo, Después del amor, Contra el ángel y, recientemente, El guante negro y otros cuentos. Pero él confiesa guardar cierta preferencia hacia la novela, la cual lamenta no haber cultivado como hubiera deseado.

Este año el narrador cumple 3 décadas de creación, pero no se da por vencido.

En un encuentro con sus lectores, dentro del programa de charlas Noctámbulos, que se lleva a cabo los viernes en el Centro Cultural Bella Época del Fondo de Cultura Económica, advirtió que aún espera llegar a una decena de títulos novelísticos al final de su vida. Por el momento, lleva dos: Charras, que publicó en 1990, y Península, península, 18 años después.

Para lograr el objetivo, espera no escuchar pronto el "canto del cisne".

"Considero que el cuento, en sí mismo, se enfría demasiado rápido. ¿Por qué? No lo sé", señala el escritor. "La frase no es mía, es de un amigo que se llama Russell Cluff. Pero podría decirse que los cuentos gustan, pero se queda uno con algo muy sutil, tal vez nada más la epifanía final que uno recuerda. Y ésa es una ventaja y una desventaja de un cuento, porque cuando uno lo vuelve a leer, lo hace con la misma intensidad y con la misma sorpresa, pero, es cierto, por otro lado se enfría, y con las novelas no ocurre eso".

Lara Zavala, quien recientemente recibió lo premios Justo Sierra Méndez, en Campeche, y de la Real Academia Española, en Madrid, apunta que el género novelístico se mantiene "caliente". Tal vez por su aliento, refiere, o porque es más compleja y se sostiene en los personajes.

"Los personajes, de algún modo, viven más en la imaginación de los lectores que el mero incidente de un cuento, en donde también hay personajes, aunque pintados con trazo rápido. Pero, sobre todo, le dan importancia a la acción, que es la que prevalece".

Con los ojos en el género narrativo por excelencia, el autor celebra, por lo pronto, la reedición de su novela Península, península, bajo el sello de Alfaguara.

El volumen, sostiene, es el que mayores satisfacciones le ha dado de toda su obra.

"Yo no tengo libros consentidos; los libros son como los hijos, uno los quiere por igual, aunque hay algunos que son más estudiosos o más brillantes que otros. El que más...

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