Buscan coleccionistas jóvenes

AutorSergio R. Blanco

Estar dispuesto a sentir la energía que surge de una obra de arte y lanzarse a vivir una relación personalísima con la pieza son los primeros pasos que debe dar una persona joven para llegar a ser un coleccionista "de verdad", afirma Gonzalo Méndez.

El director de la galería Myto ha logrado despertar la pasión por el arte en una veintena de individuos de entre 26 y 40 años que decidieron incursionar en su compra y actualmente son coleccionistas activos.

La diferencia de Myto con otras galerías consultadas como Garash, Florencia Riestra, Galería de Arte Mexicano, Óscar Román y Kurimanzutto radica en que, si bien estos espacios cuentan con algunos compradores jóvenes, el grueso de sus adquisiciones es efectuado por personas de entre 36 y 55 años.

El coleccionismo joven es similar a una pequeña planta que se debe cultivar, pero también tiene que ser mimada hasta que crezca y madure.

"Toda persona cuenta con capacidad para reaccionar poderosamente ante una obra. Cuando eso sucede, nada es igual: es como tener la primera eyaculación y entrar en una dimensión de vida en la que ya no hay paso atrás".

Pero guiar a un cliente, sea joven o no, para que consiga emocionarse ante un cuadro o una escultura, dice, no es un proceso fácil ni a corto plazo. Y tampoco genera siempre resultados.

Retratos Personales

Cuando fundó su galería hace tres años en Temistocles 23-2, Polanco, el galerista intentó darse a conocer entre los coleccionistas famosos y buscar compradores con solvencia económica, lo cual, reconoce, fue un error.

"Me dediqué a producir publicaciones ambiciosas para interesar a esas personas, pero la reacción que tuve fue su indiferencia, lo cual es lógico. El dinero no es en sentido estricto un elemento esencial del coleccionista ideal".

Mientras tanto, las exposiciones de los diez artistas que maneja -Geysell Capetillo, Lisbet Fernández, Yunior Mariño, Margarita y Juan Antonio Monsalve, Delcy Morelos, Ariel Orozco, Eduardo Ponjuán, Roberto Rébora y Angel Ricardo Ricardo Ríos- se llenaban de amigos y colegas de la institución bancaria donde labora Méndez.

"Toda la gente con la que interactuaba tenía un cierto nivel educativo, pero no estaba relacionada con el arte o el coleccionismo. Veían el arte como algo que se vivía en los museos y no como algo para ellos", indica.

Los creadores siempre estaban presentes en las inauguraciones y compartían con el público sus inquietudes. Méndez exteriorizaba sus sentimientos hacia las piezas y promovía...

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