Bush y la odisea del espacio

AutorGenaro Lozano

Desde que en 1957, tras la victoria espacial de la ex Unión Soviética al lanzar el Sputnik, el entonces Senador Lyndon Johnson afirmara que "en el espacio se encuentra la máxima posición, desde la cual se puede ejercer el control total sobre la Tierra", EU acaricia la idea de tener un escudo de defensa antimisiles que haga invulnerable al territorio estadounidense, y al de sus aliados, de un ataque de las naciones enemigas.

Durante los 80, el clímax de la Guerra Fría, el Presidente Reagan formalizó un concepto para lograr la seguridad total de su país al lanzar la Iniciativa de Defensa Estratégica ("Star Wars") que se vio frustrada por sus costos, por un Congreso controlado por los demócratas y por un escenario internacional que se formaba con la percepción de que la URSS se desmoronaría.

En 1998, el informe de un comité del Senado estadounidense, liderado por el actual Secretario de Defensa de Bush, Ronald Rumsfeld, revivió los ánimos de desarrollar el control del espacio para poner, aún más, la balanza a favor de EU en la nueva realidad unipolar.

La decisión de avanzar en el desarrollo del sistema defensivo fue dejada pendiente por Clinton a la Administración republicana, ya que la instrumentación de dicho sistema sería el entierro de uno de los pilares de la estabilidad estratégica de la Guerra Fría: el Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM), signado por Estados Unidos y la URSS en los 70, que prohíbe desplegar armas en el espacio y proscribe la interferencia con los satélites de información.

No obstante, Bush y sus nostálgicos asesores de la Guerra Fría amenazan con hacer lo necesario para desarrollar el escudo de defensa antimisiles, aunque ello signifique abandonar el ABM. El equipo de Bush asegura que eso es necesario debido a que las "naciones irresponsables" (Corea del Norte, Irán e Iraq) amenazan la seguridad de EU con el desarrollo de tecnología nuclear, patrocinada por Rusia, afirman.

Sin embargo, la ausencia de una potencia militar que equipare la superioridad militar de Estados Unidos en la actualidad no parece incentivar a cualquiera de esas naciones "irresponsables" a realizar un ataque nuclear suicida contra suelo estadounidense.

Pareciera, pues, que Estados Unidos tiene una razón más que militar para tener roces con sus aliados europeos, que oscilan entre un apoyo con reservas y una condena total al proyecto estadounidense, y es que proyecciones del Mando Espacial de Estados Unidos señalan que para el 2010 habrá en órbita...

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