En el caballete, su última obra

AutorIván Rendón

REFORMA/Oaxaca

OCOTLAN DE MORELOS.- En su estudio de collage, donde cada mañana Rodolfo Morales trabajaba varias horas, el último cuadro inacabado del pintor es uno de tema musical, con violines, trompetas y una especie de banda alrededor de unas montañas y un espacio vacío.

Los trazos de los instrumentos aún no están acabados, pero unos metros más abajo, en el patio principal de su casa, los músicos de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca tocaron el último adios a Morales. Una música que fue escuchada ayer durante todo el día por cientos de personas.

A las 18:00 horas, salió el cortejo fúnebre con las cenizas, que llevaba en sus manos el sobrino del pintor, Beto Morales. Acompañado de la gente del pueblo, llegó al ex Convento de Santo Domingo, donde se formaron largas filas para despedir al artista.

Cargados de flores, besos y lágrimas, al compás del Dios nunca muere, tocado por la orquesta dirigida por Javier García Vigil, los habitantes de Ocotlán, la mayoría campesinos, hombres y mujeres, y también muchos niños, se acercaron a la urna, una cita a la que también acudieron la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez, y el ex Secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco.

Internado en el Hospital Reforma de la ciudad de Oaxaca, Morales convalecía desde el domingo de una gastroenteritis infecciosa, que la tarde del martes se agravó y causó su muerte a las 20:30 horas. Fuentes oficiales manejaron también ayer la versión de que su deceso había sido causado por un cáncer de páncreas.

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