Cuando calienta el sol

AutorGuillermo Ysusi

Cuando el termómetro supera los 25 grados, a todos se nos antoja una cerveza ligera y bien fría. nadie piensa en maltas tostadas y sabores a chocolate o café; queremos algo refrescante, que recuerde a la playa y maride con platillos frescos. Estos son los estilos que hacen clic con esa descripción:

WEISSBIER

Se cree que las primeras cervezas, hechas hace más de 6 mil años, estaban elaboradas de trigo. Registros arqueológicos indican que sumerios y egipcios las hacían con métodos rudimentarios.

Hoy las cervezas de trigo más famosas son alemanas; en particular, de Baviera. Llamadas, casi indistintamente, Weissbier, Weizenbier o Hefeweizen, por ley deben contener al menos 50 por ciento de trigo. Usualmente, los germanos usan entre 60 y 70 por ciento y, en el caso de las Hefeweizen, dejan parte de la levadura en la botella.

Son de las pocas ales elaboradas en Alemania, territorio de lagers. Esto hace que tengan aromas de cáscara de plátano, clavo y pimienta. Su sensación cremosa, final seco y alta carbonatación las hacen muy refrescantes.

Durante 200 años, los duques de Baviera acapararon el derecho de elaborar este estilo. En 1798, cuando su consumo decayó, los permisos se vendieron o rentaron.

En 1872 Georg Schneider adquirió los derechos, pero las ventas cayeron casi hasta la desaparición. La cervecería Schneider Weisse siguió elaborándolas y su apuesta rindió frutos por ahí de 1960, cuando se pusieron nuevamente de moda.

LAMBIC

Por sus características y fermentación, las Lambic (cuya elaboración está restringida a ciertas regiones de Bélgica), son lo más cercano que una cerveza está a mostrar su terroir.

Mientras los cerveceros buscan controlar qué levaduras fermentan sus cervezas, una Lambic abre las puertas a cualquiera.

El mosto recién hervido se deja enfriar toda la noche en tinas abiertas ("koelchips").

Aquello se vuelve una fiesta: las levaduras aportan peculiares aromas a establo, y las bacterias, una acidez que va desde sutiles recuerdos lácteos hasta intensas notas acéticas.

La mezcla microscópica es tan apreciada que, para conservar su perfil, la cervecería Cantillon guardó su techo original cuando fue remodelada tras 112 años.

Después de que el mosto se ha enfriado, su reposo en barricas de madera puede durar años. El cervecero buscará balance usando frutas, como frambuesas o cerezas -en las Framboise o Kriek-, azúcar - en las Faro- o mezclando añadas.

La acidez de las Lambic es muy refrescante, pero difícil de apreciar en un...

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