Campo de girasoles

AutorAdolfo Córdova

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Nes Ziona, Israel.- Detrás de las casas, más allá de los jardines, pasando la escuela y el comedor de la comunidad de Yavne, existe un patio trasero extraordinario.

Ahí, en el kibbutz (asentamiento comunal israelí), en lugar de un huerto, un área de juegos o un simple tendedero, sus habitantes resguardan un invento con el que quieren cambiar al mundo.

Se trata de una nueva especie de colector solar que ofrece una producción combinada de energía eléctrica y energía térmica.

Es decir, absorbe la luz del sol para generar electricidad y calentar agua. Un dos en uno único hasta hoy y súper eficiente: casi el 75 por ciento de la luz que recibe es aprovechada. Supera hasta cinco veces a las celdas solares convencionales.

Deslumbra: parece una antena parabólica futurista o un dispositivo caído del espacio, brillante, cristalino e indescifrable en el primer golpe de vista.

Pero estos girasoles gigantes, que se mueven siguiendo al sol, son una realidad que podría alimentar de energía a empresas, conjuntos residenciales e incluso a ciudades enteras, según sus creadores.

"En los paneles solares convencionales, el calor concentrado en la celda solar que no puede ser aprovechado se deja escapar porque sino dañaría al panel. Con el desarrollo del Z20 de Zenith Solar enviamos ese calor generado a otro dispositivo para producir energía térmica,y así tenemos una producción combinada", explica Ron Segev, director de Zenith Solar.

"Satisfacemos necesidades de electricidad y calefacción de agua que hasta ahora se obtenían de manera separada y hacían más compleja y costosa la operación. Es el futuro del aprovechamiento solar".

Ese 75 por ciento de energía lumínica captado está dividido en 21 por ciento de energía eléctrica y 49 por ciento termal.

Y corresponden con unos 150 megavatios de electricidad y 300 megavatios de energía térmica, con lo que el kibbutz Yavne satisface las necesidades de agua caliente y electricidad de 230 residentes, de los mil 100 que conforman la comunidad.

Utilizan sólo 16 platos cóncavos que miden unos diez metros cuadrados cada uno.

¿Cómo lo logran?

Parten de la tecnología de concentración fotovoltaica (CPV, por sus siglas en inglés), desarrollada por un equipo de la Universidad Ben-Gurión del Négev al sur de Israel y el Instituto Fraunhofer de Alemania, y utilizan una serie de espejos y lentes ópticos montados en una superficie de plástico, en lugar de silicio.

Un 85 por ciento de las celdas fotovoltaicas actuales son de...

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