EN EL CAMPUS / Leonardo Da Vinci

AutorLuis Ramón Carazo

Hace unas semanas, el mercado del arte se sacudió al subastarse en Christie's la obra excepcional Salvator Mundi; se pagaron más de 450 millones de dólares.

Vendió el ruso Dmitry Rybolovlev, el comprador es el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salam.

El óleo que muestra a Jesucristo como salvador del mundo es el mayor redescubrimiento artístico del siglo XXI, la obra data de 1500 y durante décadas se pensó que había sido destruida.

La puja del Da Vinci comenzó en 70 millones de dólares, se detuvo un rato en los 100 millones, como si estuviera recuperando aire antes de la subida.

En tres minutos llegó a los 200 millones, la batalla final la libraron dos compradores que hicieron sus apuestas por teléfono, el martillo cayó en los 400 millones más los 50 de comisión y el comprador resultó el príncipe heredero saudita.

El vendedor es el dueño del AS Mónaco y la adquirió en 2013 en alrededor de 150 millones de dólares y contribuirá su venta a seguir el pleito legal entre el ruso y un corredor de arte suizo, antes de que, por ejemplo, el ruso decida en invertir en jugadores de futbol el dinero recibido; pero eso es otra punta de la historia, pero se demuestra que invertir en el arte, es negocio.

Leonardo nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina, y de Piero Fruosino di Antoni, un rico notario florentino.

Su enorme curiosidad se manifestó pronto, dibujando animales mitológicos que se inventaba a partir de la observación del entorno natural.

Prototipo del hombre renacentista y genio universal, fue urbanista, anatomista, arquitecto, dibujante, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y pintor.

Falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519, a los 67 años, acompañado de su colaborador Francesco Melzi, su pintor y ayudante al que el artista, que en sus últimos años no podía usar las manos, legó sus diseños, proyectos y pinturas.

En el plano artístico, Leonardo conforma, junto con Miguel Ángel y Rafael, la tríada de los grandes maestros del Cinquecento, y, pese a la parquedad de su obra, la historia de la pintura lo cuenta entre sus mayores genios.

Por los demás, es posible que de la poderosa fascinación que suscitan sus obras maestras (con La Gioconda principalmente) proceda de aquella otra fascinación en torno a su figura que no ha...

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