La Capilla

AutorS. Juana

En la Parroquia de la tierra de los cardos comestibles, Huixquilucan, el sacerdote principal, Guillermo Espinoza, está que se quiebra la cabeza pues no sabe qué hacer con el exceso de empleados de confianza que le heredó el anterior Alcalde, Javier Calvillo Ramos.

Voces que escapan de los confesionarios del Ayuntamiento cuentan que el Edil Espinoza ya hasta convocó a un cónclave la semana pasada para, entre todos los directores generales, tratar de encontrar una solución para desaparecer de la nómina a más de 100 personas cuyo trabajo ya no es indispensable en la Alcaldía.

Es más, dicen que fue de esa reunión de donde salió la "descabellada" propuesta que molestó a los empleados de confianza: poner a trabajar a secretarias en labores de intendencia hasta que se cansen y por sí mismas arrojen la toalla.

Tal vez el nuevo Alcalde debería hacerle caso a los que dicen haber lanzado este consejo: llamar a un especialista en casos de despidos, es decir, un abogado laborista.

Porfirio Muñoz Ledo, miembro de la Comisión para la...

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