CAPITANES
Una mala y otra peor
Los más altos funcionarios del Gobierno mexicano sacan conclusiones respecto a lo que puede pasar aquí, con y sin rescate automotriz en Estados Unidos.
Vamos a suponer que el 2 de diciembre llegan las automotrices y le presentan un plan a los legisladores estadounidenses.
La primera posibilidad es que lo acepten.
De ser así, no habría noticias muy buenas para el País.
Dada la carga política de la decisión, los legisladores del otro lado de la frontera exigirían que el dinero de sus contribuyentes sea usado para salvar empleos... pero los de EU.
En ese caso, dada la modernidad y eficiencia de sus plantas en el País, quizá no haya cierres, pero sí sería previsible una reducción de nuevas inversiones tanto de Ford, como de Chrysler y GM en México.
La excepción sería quizá Ford, que ya encargó a su nuevo comandante local, Eduardo Serrano, una apuesta de 3 mil millones de dólares que ya está en marcha.
Pero lo que desde el Gobierno calderonista observan como preocupante es una negativa definitiva del Congreso a salvar esta industria.
En ese caso, las armadoras en el mejor de los casos, podrían irse al proceso del "Capítulo 11" que traería por fuerza una seria renegociación de la industria con sus trabajadores estadounidenses para abaratar su mano de obra.
Entonces, los mexicanos podrían perder su histórica competitividad salarial, lo que entonces sí, pondría en riesgo sus empleos.
Y entretanto, estaría en riesgo incluso la producción generada en México.
Los más altos funcionarios del Gobierno mexicano sacan conclusiones respecto a lo que puede pasar aquí, con y sin rescate automotriz en Estados Unidos.
Vamos a suponer que el 2 de diciembre llegan las automotrices y le presentan un plan a los legisladores estadounidenses.
La primera posibilidad es que lo acepten.
De ser así, no habría noticias muy buenas para el País.
Dada la carga política de la decisión, los legisladores del otro lado de la frontera exigirían que el dinero de sus contribuyentes sea usado para salvar empleos... pero los de EU.
En ese caso, dada la modernidad y eficiencia de sus plantas en el País, quizá no haya cierres, pero sí sería previsible una reducción de nuevas inversiones tanto de Ford, como de Chrysler y GM en México.
La excepción sería quizá Ford, que ya encargó a su nuevo comandante local, Eduardo Serrano, una apuesta de 3 mil millones de dólares que ya está en marcha.
Pero lo que desde el Gobierno calderonista observan como preocupante es una...
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