CAPITANES

ANTONIO SUÁREZ GUTIÉRREZ...

Es capitán de Grupo Marítimo Industrial, dueño de la marca de atún Tuny. Este sector tiene confianza en el mercado, pues lidera una inversión por 2 mil 275 millones de pesos con la entrada en operación, hoy en Manzanillo, de la primera de 7 nuevas grandes embarcaciones.

La Oferta de OSA

Lo que dejan ver las historias contadas en corrillos financieros de Nueva York y grandes corporativos en México es que Oceanografía, conocida como OSA por sus siglas como empresa, intentó vanamente salpicar a otros de su tsunami financiero.

No son pocos jefes financieros los que dicen haberles caído sobre su mesa una desesperada oferta de venta de acciones de la empresa de Amado Yáñez Osuna, dos días antes de que se revelara el boquete financiero que provocó en Banamex, de Javier Arrigunaga.

En la empresa contratista de Pemex basada en Ciudad del Carmen sabían que las cosas ya no se podrían detener, tras la determinación de la Secretaría de la Función Pública, de suspenderla de nuevos contratos con el Gobierno.

Fue entonces que buscaron colocar parte de la empresa en otras manos, pero la papa caliente llevaba chapopote quemante.

De la falsificación de facturas ya le hablaremos, pero si le parece burdo, deles el beneficio de la duda a los muchachos de Banamex, si se considera que OSA tenía en Pemex a su único cliente, entonces era casi seguro que su riesgo tendía a cero.

Lo que nos dicen es que en operaciones como éstas, los contratos (OSA-Pemex) los cede la empresa a favor del banco, y las estimaciones pactadas entre las partes por cada trabajo se consideran como trabajo prestado y es así que el banco hace el pago.

Lo oscuro está en cómo llegaron al banco a pedir anticipos contra un crédito con estimaciones falsas.

¿Salida Preventiva?

No se salga de este barril, pero ahora veamos si cuadran las fechas.

Desde hace cosa de un año, los muchachos de Pemex Exploración y Producción, que entonces llevaba Carlos Morales Gil, andaban muy nerviositos debido a los insistentes rumores de la salida de su jefe.

Y es que con la llegada de Emilio Lozoya a la dirección de Pemex, muchos anticipaban una diferencia de visión en el principal negocio de la paraestatal.

Después de mucho jaloneo, finalmente, el "inge" Morales dejó PEP no sin llevarse algunos raspones, resultado de la parálisis que se vivió con esos rumores en su área de influencia.

Sus subordinados se pusieron en plan de ver para su santo y se atrincheraron en sus oficinas, con lo cual...

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