Carlos Elizondo Mayer-Serra / Ridículo

AutorCarlos Elizondo Mayer-Serra

Ridículo, arcaico, absurdo, ineficaz. Sobran los adjetivos para describir al sistema electoral de Estados Unidos. En Nevada, donde son expertos mundiales para contar fichas en los casinos, lograron contar suficientes votos para darle el triunfo a Biden hasta el sábado en la mañana.

El sistema funcionó por más de dos siglos porque los contendientes aceptaban los resulta- dos. Esto a pesar de una larga historia de abusos e ilegalidades electorales, desde la presunta compra de votos en Chicago por parte del padre de Robert Kennedy, hasta el espionaje de Nixon a sus contrincantes.

Al Gore concedió su derrota en el 2000 después de que las te- levisoras habían anunciado su victoria y cuando la disputa por el recuento de los votos era en Flo- rida, gobernada por el hermano de su contrincante. Con una cerra- da ventaja de Bush, Gore demandó el recuento manual en cuatro condados con lo cual la elección se empezó a estrechar, dado que había un problema sobre cómo se habían registrado los votos. El conteo fue suspendido por la secretaria de Estado de Florida, quien era copresidente de la campaña presidencial de Bush en Florida. Gore llevó su caso a la Suprema Corte. Ésta ordenó terminar con el recuento, en una votación de 5 contra 4. Los 5 ministros nombrados por los republicanos, 2 por George Bush padre, sepultaron las posibilidades de triunfo de Gore.

La democracia requiere contendientes que crean en ella. Por eso nuestra Ley General de Partidos Políticos dice que una de las obligaciones de los partidos es "ajustar su conducta y la de sus militantes a los principios del Estado Democrático".

Trump siempre ha tratado de violar las reglas del juego. Lo ha hecho en sus negocios, con el fisco, con sus esposas. Es un mentiroso. Todo lo litiga. Así lo hará ahora.

Si bien en México y en muchos otros países no puede competir quien haya sido condenado por un crimen, no existe una democracia que excluya a los mentirosos y deshonestos. Sería imposible saber a quién dejar participar y a quién no.

La esperanza es tener una ciudadanía con valores democráticos, que anteponga esos valores a sus preferencias partidistas y vote en contra de los deshonestos. Quizás lo era antes. En Estados Unidos los candidatos a la Presidencia por lo menos deberían parecer honrados. Con Trump esto cambió.

En el...

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