Carlos Elizondo Mayer-Serra / Ni pa' la gasolina

AutorCarlos Elizondo Mayer-Serra

El IETU fue la gran reforma del año pasado. Se pensaba que este nuevo impuesto recaudaría 69 mil millones de pesos, aunque al parecer le irá mejor. En el primer trimestre recaudó 18 por ciento arriba de lo presupuestado. Esto no da ni para pagar el subsidio a la gasolina, diesel y gas LP que este año llegará, según lo anunció el Presidente, a unos 200 mil millones de pesos. Gravamos a la empresa para subsidiar el consumo de combustibles que contaminan.

El subsidio es 10 veces el presupuesto de la UNAM, casi seis veces el del Seguro Popular, casi la mitad del gasto de educación. Es más de cinco veces lo presupuestado para Oportunidades. En el programa de apoyo adicional de 120 pesos para apoyar el consumo de alimentos de este sector anunciado por el Presidente esta semana gastaremos 4 mil 500 millones de pesos. Cerca del 2 por ciento de lo que gastaremos en subsidios que se van en una alta proporción en apoyar con gasolina barata a quienes tienen auto. Entre más grande sea el auto y más consuma mejor. Cerca del 40 por ciento de este apoyo se lo queda el 10 por ciento más rico de la población. A cambiar el coche por uno más grande. El fisco paga un parte de la gasolina.

Esta película ya la vimos. Factor central para quebrar las finanzas públicas en los años setenta fue no mover los precios administrados por el gobierno. El más oneroso: la gasolina. En ese entonces la inflación fue fundamentalmente por razones internas: exceso de gasto frente a los ingresos públicos. Ahora la inflación viene sobre todo de afuera. Pero el resultado es similar. Precios rezagados como el de la gasolina nos llevan a una inflación más baja en el corto plazo. Pero el costo de no mover el precio, venga de afuera o de adentro, lo pagamos con más impuestos o menos servicios públicos.

Hasta ahora ese costo no lo hemos visto directamente. El excedente petrolero, es decir, los ingresos por ventas de petróleo por arriba de lo estimado en el presupuesto, ha cubierto este gasto. Pero nos estamos comiendo el petróleo para subsidiar las gasolinas. El petróleo, además, se está acabando. No así el consumo de gasolinas que tenderá a seguir subiendo más rápidamente de lo normal dado el generoso subsidio.

El problema fiscal no es resultado de que importemos cerca del 40 por ciento de nuestro consumo. Con la gasolina hecha en México el costo fiscal es igual. Pemex Exploración le vende a Pemex Refinación el crudo a precios internacionales y el gobierno se lo compra a las refinadoras...

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