Carlos Gershenson / Reforestando la economía

AutorCarlos Gershenson

Todos queremos que la economía mexicana se desarrolle, pero diferimos en la mejor manera para lograr un desarrollo sostenido. Podríamos entramparnos en discusiones ideológicas, pero más que creer en nuestras convicciones, creamos en la evidencia. Muchas veces, el desarrollo económico de los países depende más de su contexto que de la tendencia política de sus gobernantes (aunque también es relevante).

Por ejemplo, el producto interno bruto nominal* en dólares (PIB) de Brasil se triplicó (creció 200%) entre 2000 y 2017, cuando tuvo gobiernos principalmente de izquierda. Colombia tuvo casi el mismo crecimiento relativo con gobiernos de derecha. Otros países latinoamericanos tuvieron un incremento similar en su PIB. En el mismo periodo hubo países que crecieron más de 10 veces (China, Mongolia). Otros con crecimientos importantes fueron Sudán (9.5), Nigeria (8), Myanmar (7.5) Vietnam (7), Rusia (6), Indonesia (6), Kenya (5.8), India (5.6). Muchos de estos incrementos tan dramáticos quieren decir no tanto que las economías ya están desarrolladas, sino que en el 2000 tenían una pobreza extrema. Y los gobiernos de estos países fueron de todos colores.

Es cierto que muchos países que ya tenían un desarrollo económico en el 2000 no pudieron crecer tanto hasta 2017, "sólo" se duplicó su PIB (aproximadamente). Aquí se encuentran Estados Unidos (1.9 veces), Canadá (2.2), Corea del Sur (2.7), y la mayoría de Europa.

Sin embargo, muchos países (pobres y ricos) han crecido muy poco en su economía: Japón, Corea del Norte, Grecia, Irak, el Reino Unido... y México. En cada país hubo motivos distintos, por lo que podríamos suponer que los cambios que se necesitan en cada país son diferentes. En nuestro país, sólo se incrementó el PIB en 62% entre 2000 y 2017. Sí hubo crecimiento. Pero no éramos tan ricos en 2000 como para que no pudiésemos crecer más.

Probablemente, el crecimiento del PIB no es una buena medida de desarrollo económico. Por ejemplo, no considera la complejidad de las economías y ni siquiera la distribución de la riqueza (si una persona come diez tacos y nueve no comen, en promedio todos comieron un taco). Nuevo León tiene un nivel similar de productividad al de Corea del Sur, mientras que Guerrero y Chiapas están peor que Honduras. Y en cada entidad también hay muchas diferencias. Hay colonias en la Ciudad de México con niveles de vida similares a los de Alemania, mientras que hay otras peor que Tanzania.

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