Carmen Aristegui F. / Comercio de armas

AutorCarmen Aristegui F.

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este martes el primer tratado global sobre comercio de armas. No es poca cosa el asunto.

Se trata del primer instrumento, jurídicamente vinculante, con reglas básicas para el comercio internacional de armas convencionales, que incluye armas pequeñas y municiones.

La votación ha sido calificada como histórica. México jugó un papel relevante.

El documento, de 15 páginas, establece los criterios y obligaciones entre los países que venden armas y los que las compran en un mundo que gasta 70 mil millones de dólares al año en este tipo de armamento. La cifra, claro, se toma con reserva porque se da por sentado que hay una cifra real oculta. Quienes venden y quienes compran armas no son muy afectos, que digamos, a informar sobre sus transacciones.

Falta ver cómo se aterriza, con futuros mecanismos, lo que en el tratado se establece como las principales restricciones para la venta. El país vendedor deberá abstenerse de realizar la venta si tiene conocimiento o indicios de que las armas, municiones o componentes en cuestión se utilizarían para cometer o provocar actos de genocidio, crímenes contra la humanidad o bien ser desviadas para el uso de la delincuencia organizada o el terrorismo. Vamos a ver qué mecanismos y supervisiones se establecen para determinar cuándo un país es sospechoso de que las armas que pretende comprar podrían ser usadas con tan aviesos propósitos.

Lo relevante del asunto es que se establecen los criterios generales y los principios jurídicos vinculantes que pretenden regular en todo el mundo el comercio de las armas, colocando como centro los derechos humanos.

Después de ganar la votación, se abre a firma de los gobiernos a partir del 3 de junio y vienen, después, los mecanismos de ratificación de los países. Ahí se pueden ir otros dos años.

Estados Unidos, el principal comerciante de armas en el mundo, votó a favor a pesar de que la poderosa Asociación Nacional del Rifle se opuso y anticipó que hará lo necesario para evitar que sea ratificado en el Congreso.

Hace unos días, el tratado parecía entrar en una recta de descarrilamiento cuando los tres países que votaron en contra -Siria, Corea del Norte e Irán- evitaron, durante la conferencia preliminar para el borrador del documento, el consenso que permitiera su aprobación. El embajador Juan Manuel Gómez Robledo, jefe de la delegación...

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