Cartas a Reforma
| Autor | César Castañeda, Paul Mario Fries Schobinger, Luis Peraza Parga y Juan Ramiro Tamez |
'Salomónica' decisión
Ahora nos enteramos de que el STC, ante el problema que se le presenta por la Línea Dorada -en la que existen dos diferentes dictámenes en lo de la incompatibilidad de las vías y los vagones de la Línea 12 del Metro-, resolvió dar una solución "salomónica" al problema: no se cambiarán los vagones ni las vías, se les cambiaran a los primeros las ruedas y las vías dañadas serán sustituidas pian pianito con todo y durmientes. La bíblica sentencia obedece a que la Línea deberá estar en operación para el próximo mes de noviembre.
Las balas al cañón, aunque no quepan.
César Castañeda
Cuautitlán Izcalli, Edomex
Sospechoso
Me parece muy sospechoso que no se le permita al ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal Marcelo Ebrard exponer su punto de vista acerca de las fallas de la Línea 12 del Metro. Lo que se tiene son peritajes de empresas que son competencia de la que efectuó los trabajos, mismas que parecen estar más interesadas en vender su producto que en hacer un diagnóstico correcto.
En cuanto a los comentarios del joven panista, se nota a leguas que el muchacho no tiene ni la más remota idea de lo que implica proyectar, ejecutar y poner en funcionamiento un proyecto de la magnitud de la Línea 12. Ahora bien, si todo esto se trata de una venganza, ésta nos está saliendo muy cara y está perjudicando a mucha gente que necesita el servicio. Lo correcto hubiera sido obligar al constructor a reparar o cambiar lo necesario para que la línea funcione de manera eficiente y segura. Probablemente ya estaría restablecido el servicio.
Paul Mario Fries Schobinger
Benito Juárez, DF
'Jubilados de oro'
Algunos tratan de reformar su Constitución cuando todavía ejercen el poder para prolongarse, quizás en perpetuidad, en el mismo. Otros construyen su propia biblioteca, los protege el servicio secreto de por vida y siempre se les llama Presidente. Algunos pasan a ser miembros de altos órganos consultivos del Estado, crean fundaciones e imparten conferencias exquisitamente remuneradas.
Muchos unen su indudable capital político e inimaginables contactos telefónicos para luchar por la democracia (el Club de Madrid), los menos quedan como figuras de referencia para intervenir en crisis entre o al interior de los estados. Unos pocos se convierten en troikas y ponen su prestigio y su pasaporte diplomático en visitas, indeseables desde el poder, a opositores en cárceles militares como ha pasado unos días atrás con Pastrana (Colombia), Piñera...
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