Cartografía de la resistencia cultural

AutorFrancisco Morales V.

Ante los cierres, las reducciones de aforos, el alto costo de las medidas sanitarias y la falta de legislaciones locales y federales que los amparen, los centros culturales independientes no cejan en sus esfuerzos por compartir sus diversos quehaceres artísticos.

Según un mapeo realizado el primer semestre de 2020 por Pasaporte Cultural, una red colaborativa de espacios y artistas autogestivos, de 900 espacios culturales no gubernamentales consultados, el 39 por ciento declaró estar en riesgo del cierre inminente.

"Para nosotros es bastante preocupante y triste porque en realidad, si bien nosotros como Pasaporte no contamos como tal con un espacio físico, es decir, siempre hemos sido una plataforma de difusión impresa y digital, nuestra vida, nuestra razón de ser, como colectivo, como red, como plataforma de difusión e investigación, pues son los espacios culturales", señala Mishelle Muñoz, fundadora del colectivo.

"Para nosotros, el ver los resultados sí es la alerta de una extinción masiva", advierte.

Para Muñoz, quien es asesora en políticas y derechos culturales, con estudios en el King's College de Londres, resulta también preocupante que, de acuerdo al sondeo realizado, 46 por ciento de los espacios declararon que no era posible trasladar sus actividades al ámbito digital.

No obstante, a pesar de las dificultades para pagar servicios y salarios, los espacios culturales se han mostrado solidarios con sus comunidades.

"Un porcentaje considerable, 23 por ciento de los espacios, incluso a pesar de todas las condiciones y problemáticas, saben que en estos momentos es importante apoyar a la sociedad con contenidos gratuitos y realizar diferentes actividades, incluso de concientización sobre todas las reglas sanitarias", apunta.

Pasaporte Cultural, constituida como cooperativa, actualizará su mapeo próximamente, con los resultados de cómo han cerrado el año los espacios. El 28 de noviembre estrenó su primer documental, sobre los espacios culturales autogestivos de Xochimilco, a través de sus redes sociales.

Entre tanto, seis de los centros culturales autogestivos que participaron en el sondeo, provenientes de igual número de entidades, hablan sobre sus historias de resistencia durante la pandemia.

FORO CULTURAL KARUZO

(PUEBLA, PUEBLA)

La Colectiva Acción Directa Autogestiva tiene ya una larga experiencia en el difícil camino de fundar y mantener centros culturales. Hasta ahora, su empeño más duradero se llama Foro Cultural Karuzo, con 15 años de existencia.

En el centro de la ciudad de Puebla, el espacio para teatro, música, cine y literatura lleva por delante las convicciones de la colectiva que lo fundó.

"El espacio se declara como un espacio afín a los diferentes feminismos y a los movimientos LGBt+", explica Itzell Sánchez, su propietaria.

"Lo que nos gusta mucho es trabajar con articulación, con movimientos, con organizaciones, con colectivas o con artistas para poder generar una cartelera cultural que viene gestada más bien desde la base, desde como nosotras y nosotros decidimos tener la cultura que queremos", dice.

El Karuzo, que se considera a sí mismo como "indisciplinado", cuenta con un foro para conciertos de bandas locales, nacionales e internacionales, pero su quehacer es tan amplio que incluye funciones de teatro, la organización de torneos de futbol, ciclos de cine feminista y de ciencia ficción, y la publicación de tres volúmenes resultantes del "Concurso de Cuento Breve de Rock Parménides García Saldaña".

Incluso, desde hace dos años, ha instaurado los últimos jueves de cada mes las noches de "Ciencia en el bar", conferencias en colaboración con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).

Para el Foro Cultural Karuzo, que sobrevive por el servicio de restaurante y bar, la pandemia ha sido un duro golpe económico, pues tuvo que permanecer cerrado siete meses.

"Ha sido muy difícil mantenerlo y esto ha venido en detrimento de nuestra vida, pero pensamos que es muy importante la defensa de los espacios culturales. Estamos dando la batalla, no sabemos si la vamos a ganar, porque es una situación muy fuerte".

Gracias a la solidaridad de sus visitantes regulares, la venta de alimentos y haber resultado seleccionados en una convocatoria de la Secretaría de Cultura federal, han logrado salir a flote.

A final de cuentas, el panorama para los espacios culturales siempre ha sido un tanto hostil.

"Está muy cabrón como el SAT te pone la bota encima, el Ayuntamiento, los permisos y tú intentando sacar los eventos culturales adelante, porque aparte tampoco es que pueda sobrevivir tan fácilmente; hay que ingeniarse muchas cosas", explica Sánchez.

Tan pronto pudieron volver a abrir, el Foro Karuzo se puso al servicio de quienes lo necesitan, con un espacio sin costo para que 12 personas, con todos los protocolos de salud, utilicen su Internet para hacer tareas y tomar clases.

"Estamos dando la batalla, no sabemos si la vamos a ganar, porque es una situación muy fuerte".

Itzell Sánchez, propietaria del Foro Cultural Karuzo

PINZONA109

(ACAPULCO, GUERRERO)

Desde el 2013, el...

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