Hay casinos en Jalisco para todos los bolsillos

AutorMario Gutiérrez, Isaac Guzmán y Rubén Martínez

Guadalajara / Jalisco

El juego, como otras adicciones, no distingue entre ricos o pobres, hay lugares para todos los tamaños de bolsillo, y los que retan a la suerte son bienvenidos.

En la zona metropolitana de Guadalajara hay casas de juego para todos los estratos sociales, en donde se puede jugar desde 10 hasta miles de pesos.

El sonido de las fichas

El golpe de las fichas amarillas inunda de sonido el salón, es la desesperación entre las manos, es la adicción por la apuesta constante (...), aunque sea de 10 pesitos.

Las menos son las fichas color gris, equivalentes a 50 pesos, o las negras, de a 100 que se avientan sobre el paño verde, desgastado por los constantes roces de la mano que deposita y recoge las ganancias que dicta el albur.

En Federalismo 280-A, edificio habilitado por las noches como espacio de juego ilegal en Guadalajara, el albur es el juego preferido, es el "arte" de adivinar la carta que coincidirá con la que el cliente decidió apostar.

Frente a la gran mesa, un grupo de 20 personas observa los movimientos del tallador, quien abre las cartas de la baraja española.

Entre los que apuestan está una mujer y un menor, el resto son hombres de edades tan distintas que oscilan entre los 25 y 55 años.

En otra mesa de paño verde, cuatro personas juegan una partida de póker. A su derecha, el espacio para el black jack está vacío, por ahora.

Las formas no importan en este lugar, al cabo, el dinero es lo que vale.

Los hombres van de camiseta, de chamarra, pantalones de casimir, otro porta una gorra y hay quien trae pantalón deportivo.

Aquí se desmitifica la elegancia en el vestir que se pretende dar a los juegos de cartas, de que las apuestas en la baraja son cosa de adinerados.

Entre amigos de juego, las emociones se reservan y el juego sigue entre bromas que distraen en el momento.

No existen peleas o conflictos

Un nuevo tallador aparece, ahora es en la mesa de black jack, donde es necesario apostar al mismo tiempo en dos juegos y con una cantidad mínima en cada uno de 50 pesos.

El reportero entra a la partida y pierde mano a mano con "la casa", en un juego que no es muy socorrido por los asistentes.

Sólo las bebidas gratuitas, que son cortesía de la casa, llegan a la mesa de black jack como invitadas que promueven la apuesta.

Son las 2:45 horas y el juego sigue en la planta baja de este edificio, que al parecer sirve como bodega.

Los techos son altos y en las paredes sin decoración sólo un letrero explica las reglas del...

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