Castilla y León: De buena cuna
| Autor | Carlos Rubio |
MADRID.- La literatura en español debe una buena parte de su esplendor actual a la tradición de la región hoy conocida como Castilla y León, una literatura cuyo desarrollo ha destacado por lo ambicioso de sus planteamientos, la audacia de sus propuestas y la madurez que siempre han ofrecido sus autores, quienes han logrado proponer estilos capaces de conciliar voces y materiales de muy variado registro.
El siglo 20 ha sido especialmente prolífico en la aportación de grandes nombres al mapa literario de esta región española, desde el maestro Miguel Delibes, el inconfundible Francisco Umbral o el poeta del humanismo Claudio Rodríguez, todos ellos ya desaparecidos, pero que dejaron huella en sus sucesores.
Actualmente, entre los más destacados, sin duda, figura el poeta Antonio Gamoneda, quien nació en Oviedo, pero a los 3 años de edad, en 1931, se trasladó a León con su madre, tras la muerte de su padre, lo que marcó definitivamente su vida y su obra. Posicionado en los años 40 en el bando intelectual contrario al franquismo, crea sus primeros poemarios: La tierra y los labios (1947-1953), Sublevación inmóvil (1953-1959), Exentos (1959-1960) o Blues castellano (1961-1966), que por la censura mantuvo inédito hasta 1982. Iniciados los 60, Gamoneda se sume en un silencio poético, interrumpido por la muerte de Franco y el inicio de la Transición, crisis ideológica que plasma en Descripción de la mentira (1977), obra con la que marca un giro total hacia su madurez poética. En 1988, recibe el Premio Nacional de Literatura por la recopilación de toda su poesía en Edad (1987). Más tarde, con Arden las pérdidas (2003) culminará la línea de madurez de una poesía en la perspectiva de la muerte, en la que lo perdido (infancia, amor, rostros del pasado) aún arde en el tránsito hacia la vejez. Ha sido traducido al inglés, francés, italiano, portugués, alemán, neerlandés, hebreo, sueco, japonés y árabe. En 2006, recibió el Premio Cervantes.
Nombre insigne de primer rango es también el del narrador José Jiménez Lozano, nacido en Langa, Ávila, en 1930. A finales de los 60, se da a conocer como ensayista y muy pronto aparecen también sus primeras narraciones. Ha publicado hasta el momento más de 20 libros (entre novelas y recopilaciones de cuentos); ha destacado también como ensayista original y culto, y como autor de una rica y sugestiva obra diarística. También ha cultivado la poesía con particular acierto. Toda su obra, dotada de una destacable unidad a pesar de los diferentes cauces genéricos en los que se vierte, responde a una poética original, exigente y rigurosamente propia que lo sitúa en un lugar destacado entre los escritores españoles contemporáneos sin que pueda encuadrársele en ninguna escuela o grupo. Son suyas novelas como Historia de un otoño (1971), La salamandra (1973), La boda de Ángela (1993), Las señoras (1999), Los lobeznos (2001), El viaje de Jonás (2002) o La piel de los tomates (2007). En 2002, recibió el Premio Cervantes.
El poeta Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946) es otra figura imprescindible en este mapa. En...
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