Causa alambrada conflicto religioso

AutorJesús Guerrero

CAPULÍN CHOCOLATE / Guerrero

Un angosto riachuelo es lo que divide a este pueblo y a la religiones; por un lado, se ubica un grupo de habitantes católicos y por el otro los testigos de Jehová. Los dos grupos han marcado su territorio y sus diferencias.

Lo que ocurre en Capulín Chocolate es un conflicto que las autoridades estatales han sido incapaces de resolver, lo que mantiene a gran parte de la población en zozobra, y es latente que se registre un enfrentamiento.

Las divergencias se iniciaron hace 15 años, cuando un grupo de católicos se cambiaron de camiseta y se pasaron a las filas de la organización de testigos de Jehová.

El retiro de una alambrada que hicieron los católicos, encabezados por el comisariado ejidal y el comisario municipal de una calle considerada por los testigos de Jehová como territorio fue el origen de que se agravara el problema.

Luego vino la detención y encarcelamiento del comisariado ejidal, Magdaleno Ramírez Hernández, quien fue denunciado por sus oponentes de religión ante la agencia del Ministerio Público del fuero común por abuso de autoridad. Eso ocurrió el 13 de marzo de este año.

Y de allí, la suerte de las 14 familias que están en la organización testigos de Jehová ya estaba echada.

Así, pues, mediante una asamblea convocada por las autoridades de la comunidad, se acordó la expulsión de las 14 familias que antes pertenecían a la religión católica.

Unidos por la pobreza

Compuesta por 100 familias, todas de origen campesino, que subsisten económicamente de la siembra de maíz, frijol, chile, ajonjolí y limón, así es la comunidad de Capulín Chocolate, ubicada a 10 kilómetros de Marquelia, el recién creado municipio en la región de la Costa Chica.

Se entra por la carretera pavimentada hacia San Luis Acatlán -tierra del legendario guerrillero Genaro Vázquez Rojas- y en el trayecto hay un entronque que conduce a Capulín Chocolate.

Es un camino empinado, de tierra pedregosa, el que se tiene que recorrer para estar en este pueblo, rodeado de cerros y selva, donde la temperatura casi siempre es de 37 grados.

Niños semidesnudos jugando, mujeres en labores de la casa y los hombres en el campo recogiendo la cosecha es lo que se observa en un primer momento en la comunidad.

La comunidad carece de agua potable, drenaje y empleos, hay una casa de salud donde no hay medicamentos, mucho menos un médico, y solamente acude una enfermera dos veces a la semana.

En la entrada, a un lado de los edificios de preescolar y de una...

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