A la caza de estrellas

AutorPatricia López

El Gran Telescopio Milimétrico (GTM), que inaugura hoy el Presidente Vicente Fox en el volcán Sierra Negra, en Atzizintla, a 15 kilómetros de Puebla, representa un reto para físicos, astrónomos e ingenieros, pues su trabajo de investigación deberá estar al nivel del que será el radiotelescopio más grande del mundo.

"Los descubrimientos que hará serán fundamentales para atacar varios problemas, como encontrar los objetos más lejanos que puedan observarse, galaxias ubicadas a 13 mil 400 millones de años luz que nacieron en las primeras etapas del universo", explica el astrofísico Emmanuel Méndez, director de construcción del GTM.

Méndez es también investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), institución que, junto con la Universidad de Massachusetts Amherst, financió el proyecto de 128 millones de dólares que se inaugurará sin concluir, ya que se calcula que comenzará a funcionar hasta mediados de 2007.

En el radiotelescopio, que comenzó a planearse hace 18 años, falta aún instalar dos de los cinco anillos de paneles que forman la antena, los cuales serán sustituidos por láminas para el acto de hoy.

Pero el retraso en la puesta en marcha no desanima a los científicos, ya que el alcance del GTM permitirá, además de rastrear la formación del universo, buscar moléculas bióticas o de origen biológico.

"La radioastronomía permite buscar este tipo de moléculas (en forma de vapor de agua o dióxido de carbono), de gran importancia porque en la Tierra el ciclo de carbono es determinante para la vida", destaca Luis Felipe Rodríguez, director del Centro de Radioastronomía y Astrofísica (CRyA) de la UNAM.

"El GTM podrá localizar estos elementos, menos abundantes en el medio interestelar, que permiten saber cómo es la estructura de las moléculas precursoras de la actividad biológica", añade quien en 1996 se convirtió en el primer iberoamericano ganador del Premio Rossi de la Sociedad Astronómica Americana por su descubrimiento de los microcuasares.

"Un instrumento como el GTM contribuirá al trabajo de unos 30 radioastrónomos y 140 astrónomos del país, pero falta (dar) más apoyo a la creación de plazas científicas y una estrategia paralela a la puesta en marcha del radiotelescopio, que considere la formación de personal técnico y astronómico a mediano y largo plazo", subraya Rodríguez, quien encabeza a un grupo mexicano de investigación que trabaja en el radiotelescopio de Arecibo, Puerto Rico.

La instalación del GTM...

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