Celebran boda 'amurallada'

REFORMA / Staff

BRACCIANO, Italia.- Tras las murallas de un castillo que resplandecía en la oscuridad con luz de antorchas, y totalmente ajenos a la fina lluvia que caía afuera, Tom Cruise y Katie Holmes protagonizaron ayer la "boda del año" en la fortaleza de Odescalchi.

Arnold Robinson, portavoz de Cruise, confirmó que el enlace de la pareja se celebró bajo el rito tradicional de la Cienciología ante unos 150 familiares y amigos, quienes después de la ceremonia, que duró unos 20 minutos, brindaron por su felicidad.

Asimismo, declaró que Tom y Katie hicieron "oficial" su unión en Los Ángeles, antes de viajar a Roma, aunque no aclaró si eso significa que se casaron por lo civil.

Los novios y sus invitados llegaron al castillo en autos con cristales oscuros y las ventanillas subidas, con lo que frustraron a los cerca de mil curiosos que esperaban ver un desfile de estrellas.

Katie, de vestido negro y botas altas, arribó con Suri en medio de una llovizna, por lo que sus custodios desplegaron enormes paraguas para protegerlas.

Poco después llegó Tom en una camioneta, desde donde saludó a algunos de sus fans, al tiempo que su novia se asomaba por una de las ventanas del castillo y agitaba la mano en dirección de su prometido.

Al ponerse el sol, se encendieron las velas colocadas a lo largo del camino que conducía a la fortaleza, y por el cual desfilaron Jennifer Lopez, Marc Anthony, Brooke Shields, Victoria Beckham, Will y Jada Smith, Jim Carrey y Jenna Elfman, entre otros invitados.

Hasta afuera del castillo se escuchó una marcha militar que acompañó a los novios y a sus "gentiluomini" (corte), blasonados con el león y el águila, símbolos de los Odescalchi.

La ceremonia se celebró en un salón decorado con flores blancas, hasta donde Martin Holmes condujo a su hija Katie, quien lució un vestido ajustado de seda color marfil adornado con cristales de Swarovski.

El ajuar, diseñado por Giorgio Armani, se complementó con un velo de tul hasta el piso, zapatos de seda marfil y un ramo de alcatraces.

Tom la esperaba enfundado en un esmoquin azul marino de dos botones, pantalón recto, chaleco y camisa de cuello francés, de la misma seda color marfil del vestido de Katie.

Andrea Bocelli cantó para la pareja después de la ceremonia, la cual concluyó con un "beso interminable", según dijo Giorgio Armani.

A continuación, los nuevos esposos y sus invitados disfrutaron una cena compuesta por platillos italianos, cocteles y el...

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