Celebran trovadores su canto al mundo

AutorMaryell Ortiz de Zárate y Ricardo Diazmuñoz

En una época existió en Xichú una escuela (taller) de trovadores con sede en un albergue. El taller funcionó posteriormente en la casa de doña Esperanza Benavidez Mendieta, madre del trovador repentista Guillermo Velázquez, integrante de "Los Leones de la Sierra de Xichú" y promotor incansable del huapango arribeño. Desde hace algunos años el taller se trasladó a Santa Catarina.

Adán Velázquez, director de la publicación mensual "El Guaricho" (abejita que produce miel y que es brava cuando la atacan), nos comentó que a partir del movimiento social de 1995 las autoridades municipales ya no apoyan al Festival de Huapango Arribeño, que este año cumple 20 años.

Los tres últimos días del mes de diciembre, numerosos trovadores campesinos, vareros (violinistas) y vihueleros se reúnen para rendirle homenaje a los poetas e instrumentistas más destacados y a los que han muerto.

Doña Esperanza y Adán, su hijo, nos obsequiaron un libro de don Francisco Berrones Castillo: "Poesía Campesina", editado por la Secretaría de Educación Pública. La lectura nos recordó emotivos encuentros de huapangueros y nos abrió nuevos horizontes.

La introducción de Eleazar Velázquez Benavidez, responsable del Centro de Investigación, Documentación, Difusión y Enseñanza del Huapango Arribeño y la Poesía Decimal Campesina, es un preciso acercamiento a la función social del poeta-trovador (informante, histrión, comunicador, profeta); al desafío de la "topada": combate público poético-musical entre trovadores (suele durar de las 8 de la noche a las 11 de la mañana), y a su reglamento.

Los asistentes al festival aprecian fervorosos el desafío picaresco, la "bravata"; el empleo de la poesía decimal. Eleazar, un joven amable y receloso, nos habló de la integración de los compositores e intérpretes a la vida comunitaria (los trovadores campesinos van de un pueblo a otro a tocar en velaciones, bodas, bautizos, cumpleaños, fiestas religiosas) y de la participación y comunión colectiva en la fiesta, oyendo y bailando.

Los trovadores están bien informados y leen mucha poesía (Antonio Machado, Amado Nervo, Juan de Dios Peza, Guillermo Prieto, etcétera); poseen gran capacidad para improvisar pues tienen que responder al desafío de cualquier tema que le proponga el contrincante y, sobre todo, debe ganar. La victoria la decide la colectividad.

Los trovadores se consideran hombres con destino, es decir, obedecen a su arte. El poeta repentista es un "poseído" y no un mero rimador.

Según...

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